domingo, 24 de abril de 2022

EVANGELIO DEL DOMINGO 24 DE ABRIL. 2º DOMINGO DEL TIEMPO DE PASCUA.



LA PALABRA
“Jesús se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Recibid el Espíritu Santo.

Tomás, uno de los doce no estaba con ellos, y dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto la mano en su costado, no creo”

A los ocho días Jesús le dijo: Tomás, trae tu dedo, aquí tienes mis manos.. no seas incrédulo.

Jesús le dijo: .. dichosos los que crean sin haber visto 
 (Juan 20, 19-31)

LA EXPERIENCIA

Tomás lo tiene todo: la duda y la dicha, la increencia y la creencia, la lejanía y la cercanía. Pero esa ambigüedad es la que le permite estar en la búsqueda.

Nuestra fe se nutre de momentos habitados por la firmeza y de tiempos de desolación y angustia. No somos más por nuestros momentos de confianza, y no somos menos por nuestra historia de dudas.

La incansable búsqueda y la tenacidad, en ocasiones silente, nos enraíza en la fortaleza que aguanta.

LA CELEBRACIÓN


Este II Domingo de Pascua ponle nombre a tus ambigüedades.

1. Recuerda alguna actitud tuya que haya manifestado distancia, frialdad, cálculo... Dicho de otro modo: tu también, en alguna ocasión, te habrás llamado Tomás. ¿Qué razón tenías para ser así?

2. Después, analiza tu reacción ante ella: ¿tuviste actitudes de cerrazón, huida, repliegue? ¿O más bien te catapultaste a un crecimiento personal que te hizo bien? Tomás dudó y creció... ¿te mereció a ti la pena?


LA PLEGARIA

¡Señor y dador de vida,
sabemos de nuestras cerrazones y miedos,
y también de nuestras dudas e inacciones.
En Jesús descubrimos la persona 
que siempre camina 
y que nunca deja de poner 
su mirada en el futuro.
Por eso nuestra fe hoy quiere ser decisión firme y esperanza serena
Amén!


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