Recuerdo un chiste gráfico que salió en la prensa. La escena que se ve es una zona desértica, sin un árbol ni una sola hierba, y con dos personas, padre e hijo, las dos con un cuerpo esquelético, sentadas en el suelo sin fuerzas. El padre dice al hijo: “Hijo mío, ¿tú qué serás de mayor?” Y el chico le contesta: “Astronauta, así podré beber agua”. El chiste está inspirado en una de las noticias del momento: “La NASA busca agua en la luna”.
Alguna vez hemos hecho comentarios sobre el progreso del hombre en la investigación del espacio, y un comentario positivo. Ahora no diremos lo contrario... Simplemente añadimos que no sería justo que la parte más adelantada de la humanidad se preocupara sólo del espacio exterior de la Tierra, invirtiendo mucho dinero en estas investigaciones, y se olvidara de una gran parte del mundo que sufre porque no tiene cubiertas las necesidades más elementales. Está muy bien gastar dinero en intentar buscar agua en la luna, y en intentar construir un lugar para vivir las personas. Pero no podemos olvidar que muchas personas en la tierra no tienen agua suficiente ni lugares dignos para vivir.
Igualmente nosotros. Tenemos que descubrir, conocer y, sobre todo, aprender a respetar personas y formas de vida diferentes de nosotros, y algunas quizás nos quedan lejos. Pero no hemos de olvidar a las personas y a las formas de vida que tenemos muy cerca de nosotros: son las que primero tenemos que conocer, descubrir... y respetar.
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