miércoles, 2 de marzo de 2016

HISTORIAS PARA DESPERTAR

Un pájaro encontró a otro que parecía tener prisa. 
- “Dónde vas?”, - le preguntó. - “Me voy a otro país”. - “Y por qué?” - insistió el primero. - “Porque a la gente de aquí no le gusta como canto; por eso me quiero trasladar” . Y su compañero le hizo ver: “Quizás te saldrá bien si puedes cambiar tu voz, pero si no puedes, aunque vayas lejos, posiblemente a la gente de allá tampoco le gustará tu canto”. 



A veces nos damos cuenta que no somos aceptados, o que no gustan algunas de las cosas que hacemos o decimos. Y pensamos que la única causa es que los otros no nos aceptan, y queremos cambiar las personas o el ambiente en que nos relacionamos. No siempre es así. Conviene, de vez en cuando, pensar cuál es nuestra parte de responsabilidad, y ver si tenemos que hacer un esfuerzo por corregir o mejorar algo de nuestra manera de comportarnos con los otros. No siempre son los otros los “culpables” de los problemas de relación que tenemos con ellos. Tenemos que saber ver cuál es nuestra parte de responsabilidad. Esto a las personas nos ayuda a crecer, a madurar.

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