miércoles, 2 de marzo de 2016

MIÉRCOLES DE III SEMANA DE CUARESMA. EL EVANGELIO DEL 2 DE MARZO



EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.»

Mateo   5, 17-19

COMENTARIO


Me ha sorprendido el evangelio de hoy poniendo por escrito una aproximación a la parábola del buen samaritano que podemos leer en el capitulo diez del evangelio de Lucas.

Recuerdan que fue aquel acontecimiento en el que un sacerdote y un levita no reparan en uno que había al borde del camino y que sólo un samaritano, de no muy buena reputación para los judíos, con-siente en aproximarse al caído y necesitado.

En los enlaces de más abajo podéis encontrar los comentarios de otros años. En este caso me llama la atención cómo Jesús deja bien claro qué es para él “cumplir la ley”. En la parábola, ante la pregunta “legal” por quién es mi prójimo, Jesús viene a contestar que la respuesta no está en la letra del código legal, sino en la sensibilidad de tu corazón.

Prójimo no es el caído al borde del camino, más bien tu tienes la posibilidad de convertirte en prójimo de él. La ley eres tu. Tu conciencia del otro y del deber para con él, ¡esa es la ley!

En esa clave, probablemente, haya que entender el evangelio de hoy. Dar plenitud a la ley, es “hacerla tuya”, interiorizarla. Sólo así le das cumplimiento. Como decimos en otro lugar: cumplir hasta la última letra de la ley es vivir desde la “convicción” y no sólo desde la “obligación”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu opinión.