miércoles, 15 de julio de 2015

SÓLO 1 MINUTO, MIÉRCOLES

LA FALACIA DE LA AUTOSUFICIENCIA


En el Reino de Chu vivía un hombre que vendía lanzas y escudos.

-Mis escudos son tan sólidos -se jactaba- que nada puede traspasarlos. Mis lanzas son tan agudas que nada hay que no puedan penetrar.

-¿Qué pasa si una de tus lanzas choca con uno de tus escudos? -preguntó alguien.


El vendedor no supo qué contestar.
















































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