miércoles, 6 de mayo de 2015

SÓLO 1 MINUTO, MIÉRCOLES

LO QUE PODEMOS OFRECER
Un sabio llegó a la ciudad de Akbar, a fin de poder compartir sus enseñanzas, estaba muy emocionado y se dirigió a la plaza central del pueblo, para poder hablar con la gente.

Después de estar varias horas tratando de hablar de su mensaje, la gente no le dio ninguna importancia a sus palabras, ni valoraba su sabiduría, parecía, que lo que decía el anciano sabio, no interesaba en lo más mínimo a la población.

El sabio, no se desalentó por esto y dijo que esperaría y que volvería a intentarlo nuevamente, sin importar los días que transcurran, pues lo que quería tan solo, era dejarles aunque sea una sola enseñanza, pero que pueda serles útil para sus vidas.

Pasaba el tiempo y la presencia del sabio se volvió motivo de burla e ironía para los habitantes de la ciudad.
Un día que el anciano paseaba por el mercado, un grupo de personas comenzaron a burlare cruelmente del sabio y hacer todo tipo de comentario irónicos y crueles.

El sabio al escuchar lo que la gente le decía, solo los miró con profunda ternura, les sonrió, llevó sus manos a su corazón y luego les dio una bendición.

Al mirar esto uno de los hombres dijo con irónica crueldad.
Pueden entender esto, no solo que es tonto, sino que además es sordo, Nosotros le gritamos insultos y palabras horribles, y este viejo tonto nos responde con palabras hermosas y nos da su bendición, porque haces eso viejo loco.

El sabio mirándolos con ternura les respondió.
- Porque cada uno solo puede dar, lo que tiene guardado en su corazón.






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