EN COLABORACIÓN CON EL OBJETIVO DE HELLÍN
El lunes de esta semana comencé a redactar el
trampantojo, porque, por unos instantes, he confundido dos realidades,
distintas y distantes, pero que se han impresionado en mi retina hasta el punto
de confundirlas. Es verdad que era temprano, es verdad que el aire me aturde, y
he de confesar que cuando se adivinaba la claridad por la ventana de mi casa,
todo el engaño ya estaba resuelto. Pero yo no estaba dispuesto a renunciar a
el… por si acaso tiene algo de cierto. No en vano esa es la belleza de
cualquier trampantojo.
A lo largo de toda la semana pasada, y especialmente
durante este fin de semana y el lunes, las máximas potestades del la Iglesia
española (también las de Albacete) nos han regalado fotografías vía whatsupp,
facebook y diversos espacios webs de la visita que han tenido a bien hacerle al
papa Francisco la práctica totalidad del episcopado español. Esta visita se
llama visita “ad limina”, al lugar de los apóstoles Pedro y Pablo, para
informar de la vida diocesana al pobre Francisco. Las fotografías son de muy
diversa índole, pero todas coincidentes en lo mismo: vestimenta para la
ocasión, cara de satisfacción, saludos simpaticones y buen talante. No en vano
estamos en la casa del jefe.
Lo de “pobre
Francisco” no lo digo con ánimo de caracterizar compasivamente al Papa,
sino más bien en alusión a la devoción franciscana por el poverello de Asís, de la que él hace
gala providencialmente para unos, provocativamente para otros y mediáticamente
para sus críticos.
Pero hete aquí, que a la misma hora estaba viendo en
los diarios digitales las fotografías de la gala de los Oscar de este año. Y se
me ha trampantojado la realidad. Cada cosa tiene su glamour, los protagonistas de ambos
eventos tienen su pequeño paseillo por alfombras rojas o púrpuras de gloria, sus
periodistas esperándoles, sus caras simpaticonas para la prensa rosa o roja o
púrpura, su pequeña corte de co-starrings (segundones) más o menos equipados con
atuendillos para la ocasión dejando constancia fotográfica de inolvidable
evento. En fin… pues que queréis que os diga, que por un momento no sabía dónde
está Hollywood y dónde el Vaticano.
Para colmo en ambos eventos hay sobres; en uno pone la
típica frase the winner is, y en otros (los que les ha dado Francisco a los
prelados españoles) parece que pone the solution is…. Unos y otros los abrirán y
hasta el año que viene, en el caso de los oscars y dentro de cinco años en el
caso de los vaticansboys (siempre la Iglesia tan mesurada y prudente).
Hoy estamos a miércoles, ….de ceniza…., por cierto. Ya
nadie habla de la gala de los Oscars ni de la gala Adliminars, y sólo han
pasado dos días. Así de efímero es
esto. Para colmo en el evangelio que leemos en las
Iglesias hoy reza el siguiente texto: “Cuidad de no practicar vuestra justicia
delante de los hombres para ser vistos por ellos”.
Y así sin querer me vino a la cabeza la lúcida frase
del novelista y economista Jose Luis Sampedro cuando afirma que en nuestra
cultura (y en nuestra Iglesia, añado yo) “falta iluminación y sobra
deslumbramiento”.