miércoles, 12 de febrero de 2014

SÓLO 1 SEGUNDO, MIÉRCOLES


SÓLO 1 SEGUNDO


"En aquella risa mía, sarcástica e impostada, cifro el momento en que mi pecado había llegado a su más honda expresión. Hablo de pecado deliberadamente pues conozco muy bien sus consecuecias: la mirada se enturbia, por ejemplo, impidiendo que las cosas se vean en su verdadera tonalidad; el horizonte se estrecha, provocando que uno se conforme con metas que, en otro momento, jamás habría aceptado como suyas; el juicio se embota, consiguiendo que se tergiverse lo más diáfano y elemental las palabras se agrian, y por ello, se lanzan con frecuencia como dardos, con el propósito de que se claven y hagan el mayor daño posible"

(P. D'Ors, El olvido si, Valencia, 2007, p.53)