martes, 22 de enero de 2013

¿SERÁ ESTO VERDAD?


“Otros sociólogos han ido más allá y han tratado de construir un paradigma rival al de la secularización. En esta empresa destaca ante todo Rodney Stark, quien junto a una serie de colaboradores ha desarrollado una ingeniosa teoría económica de la religión o del mercado religioso en torno a los conceptos de demanda religiosa –la práctica y la creencia individual- y la oferta religiosa –las distintas iglesias y organizaciones que intentan satisfacer esta demanda (Stark, 2006).

En el caso europeo la verdadera pregunta sería por qué a pesar de las altas tasas de creyentes que las encuestas indican, éstos no ven necesidad de participar con regularidad en las instituciones religiosas. Stark plantea resolver esta incógnita con una serie de axiomas y razonamientos. Para ello parte de la idea de que la variable realmente importante, aquella que explica las variaciones en el compromiso religioso, es la oferta, la actividad de las organizaciones. Según él, la demanda religiosa agregada se mantiene más o menos constante a través del tiempo y el espacio, aunque a veces sea latente. Los individuos, sin embargo, varían en necesidades y gustos, en religión como en lo demás, por lo que unos demandan mucho compromiso y otros menos.

Consecuentemente, no puede haber una única empresa religiosa que pueda dar entera satisfacción a tanta diversidad individual. De lo que se sigue que el estado natural de la religión en todo tiempo y lugar es el de pluralismo religioso, el de diversidad de organizaciones que compiten por creyentes o demandantes religiosos.

Históricamente, sin embargo, este estado natural pluralista se ha visto suprimido a menudo en  favor de religiones oficiales, que hacían las veces de monopolios religiosos. Ante situaciones de mercado religioso intervenido, los monopolios no tenían incentivos para atraer a su congregación, cautiva después de todo, y podían descuidar sus labores religiosas sin verse expulsados del mercado. Esto es lo que finalmente explica la situación de apatía religiosa a pesar de que la demanda y la creencia sigan presentes, como los estudios revelan. Su latente demanda religiosa no puede ser satisfecha por unas organizaciones acomodadas.

Así podemos explicar que haya tantos creyentes sin pertenencia. Como el mercado religioso ha estado tradicionalmente intervenido, muchos nichos religiosos con demandas específicas han dejado de cubrirse. La apatía religiosa es consecuencia de siglos de regulación religiosa.

No es casualidad, nos dice Stark, que donde el clero está mejor pagado por el estado, como en Alemania y Escandinavia, sea donde podemos esperar tasas más altas de secularización. Contrariamente a lo que Berger creía en un principio, la mejor garantía de vitalidad religiosa la proporcionan situaciones de sano pluralismo competitivo, como lo demuestran tanto la pujanza que el Islam recibe gracias a la pugna entre distintas corrientes como el renacimiento religioso de América Latina, que debemos atribuir a un emprendedor movimiento evangélico que ha conseguido entrar en un mercado previamente atendido por un adormecido monopolio católico (Stark, 2006)” 

(V. Esteban,  Más allá de la secularización,
Universidad de la Laguna, España)

*La fotografía corresponde a Rodney Stark, autor de la teoría, famoso sociólogo estadounidense.

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