miércoles, 14 de marzo de 2012

SOBRE LA REFORMA LABORAL Y LA IGLESIA


Por lo que me han contado, la semana pasada, destacadas instituciones de la Iglesia Católica en España, han mostrado puntos de vistas contrapuestos en relación con un comunicado que la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica, es decir, el laicado asociado especialmente vinculado a la jerarquía católica) ha publicado en relación con la reciente reforma laboral que el gobierno de España ha formulado. Algunos se echan las manos a la cabeza porque todos los obispos no piensan lo mismo en relación con estos temas; hasta lo que yo se, los obispos son personas, además con la pretensión de ser libres, y eso significa que pueden opinar de un modo diferente sin hacer de esta cuestión un dato revelador de descomposición eclesial. Yo me alegro de que los obispos piensen de modo distinto. Es sano para ellos y sano para nosotros, los cristianos de "a pie" que en ocasiones también anhelamos esa libertad. Confieso que no he leído las reacciones de los prelados porque no he tenido tiempo; sí he leído la declaración de la HOAC, en ella hay cosas con las que estoy de acuerdo y cosas con las que no, pero no entiendo de la materia para hacer un juicio breve y concreto. Lo que si percibo es que el texto tiene un plano ideal, utópico, con el que siempre estaremos de acuerdo, y otro discurso práctico, en el que probablemente haya mucho puntos de discrepancia porque las mediaciones siempre son opinables. Una cosa es lo que debiera ser y otra cosa lo que pueda ser. En cualquier caso, yo prefiero la expresión al silencio; la dimensión crítica a la complicidad.

2 comentarios:

  1. Buenos días.
    Me parece inexplicable que haya gente que se eche las manos a la cabeza porque no todos los obispos piensen lo mismo en este tema (o en cualquier otro). Yo me echaría las manos a la cabeza si fuese al contrario y todos pensaran igual.
    Dice el refrán que en la variedad está el gusto y yo añadiría que no sólo está el gusto en la variedad sino que, cuando de variedad de opiniones se trata, también existe una posibilidad de enriquecimiento de todos porque con las opiniones de otros podemos completar e incluso corregir las nuestras propias.
    Por lo que respecta al tema concreto de la Reforma Laboral y las múltiples manifestaciones sociales que de ella se están viendo, sin centrarme únicamente en la declaración de la HOAC, comparto tu opinión de que parte de esas manifestaciones (en mi opinión gran parte) tienen algo de utopía con la que todos estamos de acuerdo.
    Pero yo añadiría que muchas de esas manifestaciones tambien tienen algo o mucho de hipocresía. Son muchas las veces que he visto a gente manifestándose en la calle y echándose las manos a la cabeza por la regulación y práctica laboral pero cuando se van a sus casas (y algunos de ellos a empresas de las que son socios o propietarios), su comportamiento dista mucho de lo que en la calle reclamaba con pasión.
    Ojalá todo fuese más fácil y ojalá todos (trabajadores y empresarios) actuásemos de una manera ejemplar respecto al otro.
    A lo mejor a veces bastaría con intentar ponernos en el lugar del otro para darnos cuenta de cómo se verían las cosas desde allí.
    Claro que ojalá en la vida, en todas las situaciones, nos pusiéramos en el lugar del otro. Creo que nos iría mejor a todos pero éso sí que es una utopía.

    ResponderEliminar
  2. Es normal que los Obispos tengan opiniones diferentes sobre la Reforma Laboral; lo contrario sería pensamiento único. Otra cosa diferente es la opinión y posición oficial de la Iglesia, o la Conferencia Episcopal, que no sé si se ha pronunciado.
    Con lo que si coincido, con algún matiz menor, es con la posición que acabo de conocer de la Hermandad Obrera de Acción Católica(cuya existencia desconocía), cuyos argumentos en contra de la Reforma no voy a repetir.
    La crísis, o la Gran Recesión, como ya la llaman los economistas, amenaza con reducir (por ahora) muchas de las conquistas sociales del último siglo:educación y sanidad pública;pensiones universales;seguro de desempleo;asistencia a las personas dependientes y el derecho laboral. Y refiriéndome a este último lo más grave de la reforma emprendida por el Gobierno, más aún que abaratar y facilitar el despido, lo es que las condiciones de trabajo no se van a discutir a través de la negociación colectiva sino de la negociación individual entre el empresario y el trabajador. Negociación desigual que traerá consecuencias perversas como la división y el recelo entre los trabajadores que terminarán por verse como adversarios, además de la reducción de los salarios y el empeoramiento de las condiciones laborales.
    Tanto al Gobierno como al empresariado, que seguramente se declaran católicos en su mayoria, habría que recomendarles que leyesen la encíclica Rerum novarum (1891), en la que León XIII afirma el derecho de propiedad, pero indica tammbién sus límites, marcados por "la dignidad del obrero" que debe no sólo beneficiarse de un salario justo, sino también de ser protegido por asociaciones corporativas y por una legislación social adecuada.
    Voy a terminar con una reflexión del economista J.Estefania que dice que la profundización del Estado del Bienestar, y su extensión a otras zonas del mundo, está en peligro por la acción de aquellos que entienden que su existencia misma resta eficacia al crecimiento económico y por ello hay que disminuirlo o, simplemente, desmantelarlo. Los defensores del Estado del bienestar, continua diciendo el profesor Estefanía, se encuentran "ante una de las batallas ideológics de nuestro tiempo, pero ha sido la mejor utopía factible de la humanidad en el último siglo"

    ResponderEliminar

Gracias por tu opinión.