martes, 28 de mayo de 2024

EVANGELIO DEL MARTES 28 DE MAYO. SEMANA 8 EL TIEMPO ORDINARIO

 



EVANGELIO
En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más –casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones–, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros.»

Marcos 10, 28-31
COMENTARIO

El evangelio de ayer (el episodio del encuentro de Jesús con un “joven rico”) y el de hoy, son el anverso y reverso de una misma realidad. 

El texto de hoy es más narrativo que profético; al fin y al cabo es una descripción de lo que les estaba pasando a los cristianos unos treinta o cuarenta años después del “acontecimiento Jesús”. Mucha gente –perseguida por seguir creyendo en el Nazareno- tiene que huir de Judea y refugiarse en casas de cristianos, comprobando de este modo, cómo su familia se hace más grande “más allá de sus lazos de sangre”. 

Dicen que Galilea vio crecer la población por este “nuevo éxodo”. Un “signo del Reino” era “abrir las casas y las “familias” a quienes “por causa del Reino” eran perseguidos. 

Traigamos ahora el texto al “hoy” de nuestra vida. Yo creo que el gran mensaje de hoy es “tener capacidad” para hacer de nuestra vida una “experiencia de apertura”. El que más y el que menos intenta “asegurar” su vida (como el joven rico), llenándola de “cumplimientos, creencias, convicciones  y tareas" . 

Pero la clave está en “saber vaciarse” de vez en cuando de todo eso, hacer sitio, y que el “otro” encuentre en tí un lugar en el que poder “estar”, incluso, en ocasiones, refugiarse. 

Agradeces, de vez en cuando, encontrar a alguien que “no esté lleno”, y que, por tanto, le falta algo. Es frustrante cuando tu “círculo de amistades” es gente que “no tiene tiempo, no tiene ganas”, y por eso mismo, “se olvidó de mirar(te) y de escuchar(te)”.

“Vacíate un poquito” –diría Jesús-. Haz hueco, porque “donde no cabe nadie más tampoco cabe Dios”, y verás como hay gente “perseguida” por tantos inconvenientes “confesables e inconfesables” que acude a ti y encuentra un espacio vacío donde estar un “ratito”. 

En ese momento seguro que “caes en la cuenta” de un doble convicción: para ti, esa persona, que era última (desconocida), se ha vuelto primera, y por esa misma razón, dicha persona, que se tenía por última, ha disfrutado con “ser primera. La clave: “vacíate”, “…ya ves que nosotros lo hemos dejado todo”.

jueves, 23 de mayo de 2024

EVANGELIO DEL JUEVES 23 DE MAYO. SEMANA 7 DEL TIEMPO ORDINARIO

 



EVANGELIO

«Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa. «Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, al abismo, al fuego que no se apaga Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado al abismo. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado al abismo, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga; pues todos han de ser salados con fuego. Buena es la sal; mas si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros.»


Marcos 9, 40-49 

miércoles, 22 de mayo de 2024

EVANGELIO DEL MIÉRCOLES 22 DE FEBRERO. SEMANA 7 DEL TIEMPO ORDINARIO


EVANGELIO

Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros». 


Marcos 9, 38-40 

martes, 21 de mayo de 2024

EVANGELIO DEL MARTES 21 DE MAYO. SEMANA 7 DEL TIEMPO ORDINARIO

 


EVANGELIO
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.
Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará.»
Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?»
Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante.
Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.»
Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mi no me acoge a mí, sino al que me ha enviado.»

Marcos   9, 30-37

domingo, 19 de mayo de 2024

EVANGELIO DEL DOMINGO 19 DE MAYO. DOMINGO DE PENTECOSTÉS.



EVANGELIO
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
–«Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
–«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. »
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
–«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. »

Juan    20, 19-23

viernes, 10 de mayo de 2024

EVANGELIO DEL VIERNES 10 DE MAYO. SEMANA 6 DEL TIEMPO DE PASCUA.


EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada.»
Juan 16, 20-23


COMENTARIO

Los textos evangélicos están marcados por la cultura y por las concepciones religiosas del momento. Esto lo hemos dicho muchas veces. 

 

La imagen del parto, aparte de una cuestión biológica, en tiempo de los judíos tenía una fuerza cultural tremenda dado el alto índice de mortalidad que había. 

 

Funciona en el texto el esquema típico de muchas religiones: paraíso (estado de "buena ventura") - caída (parto, dolor, desgarro, sufrimiento) - redención (salvación, vida alumbrada, vida nacida).

 

Al final, la primitiva comunidad cristiana nos está avisando de que el cristianismo como religión, y la fe desde Jesús de Nazaret como estilo de vida, es un continuo "alumbramiento". 

 

Los paraísos no son de este mundo, por tanto, los claro-oscuros, los contrastes, la ambigüedades pertenecen al día a día de nuestro convivir. 

 

En este sentido, es curioso conocer que el origen de la palabra paraíso vendría a significar un lugar "ajardinado" pero "cercado". 

 

Lo propio del parto es "des-cercar", des-proteger, "intemperizar" una nueva vida. Al fin y al cabo eso es vivir.

 

Trayendo el texto al hoy de nuestra vida creo que sirve adecuadamente para dar sentido a nuestra creencia. Creer no es ahorrarse el esfuerzo y la pasión del alumbramiento diario. 

 

Es necesario tener ideales (paraísos) que a modo de referencias nos permiten vislumbrar el sentido más o menos pleno de lo que hacemos, pero la vida, el alumbramiento cotidiano es un espacio y un tiempo de contrastes.