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viernes, 11 de diciembre de 2015

domingo, 25 de octubre de 2015

HOMILÍA DEL PAPA EN LA MISA DE CLAUSURA DEL SÍNODO

Las tres lecturas de este domingo nos presentan la compasión de Dios, su paternidad, que se revela definitivamente en Jesús.

El profeta Jeremías, en pleno desastre nacional, mientras el pueblo estaba deportado por los enemigos, anuncia que «el Señor ha salvado a su pueblo, ha salvado al resto de Israel» (31, 7). Y ¿por qué lo hizo? Porque él es Padre (cf. v. 9); y como el Padre cuida de sus hijos, los acompaña en el camino, sostiene a los «ciegos y cojos, lo mismo preñadas que paridas» (31, 8). Su paternidad les abre una vía accesible, una forma de consolación después de tantas lágrimas y tantas amarguras. Si el pueblo permanece fiel, si persevera en buscar a Dios incluso en una tierra extranjera, Dios cambiará su cautiverio en libertad, su soledad en comunión: lo que hoy siembra el pueblo con lágrimas, mañana lo cosechará con la alegría (cf. Sal 125,6).

EL "PATIO" DEL SÍNODO

Discurso del Papa en la clusura del Sínodo: "El primer deber de la Iglesia no es distribuir condenas o anatemas"


Texto completo del discurso de Papa Francisco en lengua española

sábado, 17 de octubre de 2015

jueves, 15 de octubre de 2015

EL "PATIO" DEL SÍNODO

La carta de 13 cardenales al Papa

Caffarra, Collins, Dolan, Eijk, Erdö, Müller, Fox Napier, Pell, Piacenza, Sarah, Scola, Urosa Savino, Vingt-Trois. 

domingo, 11 de octubre de 2015

EL "PATIO" DEL SÍNODO

Obispo en el Sínodo: "Antes de juzgar a alguien, ponte en sus zapatos"

Varios obispos que participan en el sínodo del Vaticano sobre la familia han evocado entre viernes y sábado la necesidad de una mejor preparación para el matrimonio, al punto que uno de ellos propuso incluso instaurar un "noviciado" de seis meses para poder casarse.

viernes, 9 de octubre de 2015

Libertad y Confianza para el Sínodo

El Papa pide al Sínodo que se olvide de "complots" y hable con libertad y en confianza

El papa Francisco instó a los participantes del Sínodo, que comenzó el pasado lunes, a que eviten pensar que existen "complots" o "manipulaciones" y que se tengan confianza, explicó hoy el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. Lombardi fue llamado por la prensa a responder sobre la expresión del papa, que habló de "hermenéutica de la conspiración" en su discurso del pasado martes a los llamados "padres sinodales", y que fue publicada por un participante, pero no comunicada por el Vaticano.
El portavoz vaticano no desmintió que el papa dijera esas palabras y explicó que así Francisco quiso expresar "que hay que tener una plena confianza los unos en los otros, estar convencidos de lo que se expresa, y que el proceso sinodal se celebra en plena libertad y expresión sincera de las propias opiniones".
Y "que no se puede pensar que hay complots y personas que intentan manipular la visión del Sínodo desde el interior o el exterior", añadió Lombardi interpretando las palabras del papa.
Les instó, agregó el portavoz vaticano, a que esta asamblea que trata temas relacionados con la familia, "sea un proceso, un intercambio de comunicación que se realice con sinceridad y tranquilidad".
La prensa italiana destaca hoy en algunos artículos cómo algunos participantes - cardenales y obispos - criticaron la metodología utilizada y criticaron que el Sínodo esté "pilotado para tomar un camino aperturista".
Estas críticas llevaron al papa, explica la prensa, a tomar la palabra el martes para hablar de la "hermenéutica de la conspiración".
Las sesiones del Sínodo continúan en estos días y desde ayer se reúnen los círculos menores, los grupos por idiomas en los que se ha dividido a los 270 padres sinodales, para redactar una primera análisis.
En la rueda de prensa diaria que ofrece el Vaticano sobre el Sínodo, el cardenal italiano Edoardo Menichelli defendió hoy que se hable en la asamblea del papel de las mujeres y de los homosexuales, ya que dijo, "son hermanos que viven en el contexto de una familia".
Por su parte, el obispo sirio católico Ignace Youssif III Younanexplicó el problema de las familias divididas y destrozadas al escapar del infierno que es actualmente Siria e Irak. "Traemos al Sínodo la voz de las personas perseguidas en nuestros países, nos sentimos olvidados y traicionados por Europa y América", ha indicado dirigiéndose a los poderosos a los que ha pedido que ayuden a que la situación cambie.
El patriarca ha comentado cómo las familias cristianas allí están rotas y separadas porque hacen todo lo posible para salir del infierno de Irak y Siria huyendo de la inseguridad y la persecución. "Tenemos cientos de personas que son rehenes de terroristas islámicos, es un fenómeno catastrófico de larga duración", ha denunciado.
También ha criticado que los medios de comunicación solo están destacando del Sínodo temas que únicamente importan a Occidente, dejando a un lado los temas de familia que son universales.
Concretamente, sobre el concepto de matrimonio ha explicado que los cristianos hacen diferencia entre: matrimonio como sacramento y otras uniones entre personas. Asimismo, ha lamentado el hecho de que en Medio Oriente no supieran convencer a las nuevas generaciones a permanecer donde el Cristianismo tuvo sus orígenes.
Por su parte, el arzobispo de Ghana, monseñor Palmer-Buckleha denunciado que los malos gobiernos africanos obligan a los jóvenes a huir por el desierto y ha explicado que han trabajado juntos con gran deseo, en lo que se refiere a los jóvenes que cruzan la zona de Magreb.
Sobre el matrimonio homosexual, ha comentado que es muy triste que un país decida sobre otro diciendo 'hay que hacer esto' y ha recordado que para la preparación del Sínodo todos los obispos de África han tenido reuniones y han publicado documentos sobre la familia.
En este sentido, el arzobispo de Ancona, monseñor Edoardo Menichelli, ha señalado que este es un Sínodo del pueblo al verse reflejado el resultado de la contribución de las diócesis.
Por otro lado, los matrimonios intervienen este año en el Sínodo dedicado a la Familia como auditores y exponen ante la Asamblea de cardenales, obispos, sacerdotes y expertos sus experiencias concretas de pareja, padres o abuelos. Así hicieron el pasado 5 de octubre los cónyuges mexicanos Gertrudiz Clara Rubio de Galindo y Andrés Salvador Galindo López, Secretarios Ejecutivos de la Comisión Episcopal para la Familia de la Conferencia Episcopal, Secretarios del CELAM para la zona de México-Centroamérica. El 6, durante la tercera congregación general intervino el matrimonio sudafricano formado por Buysile Patronella Nkosi y Meshack Jabulani Nkosi, Miembros del Comité Asesor para el Consejo Nacional de la Familia de la Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de Sudáfrica.
Los esposos Galindo Rubio, que están casados desde hace 45 años y tienen dos hijos y cuatro nietos, recordaron que sus primeros años fueron difíciles, sobre todo debido a los problemas económicos que encontraron y que incluso algunos familiares les aconsejaron separarse por ese motivo. ''A pesar de la insistencia para que dierámos ese paso, Andres y yo -afirmó Clara Rubio- decidimos luchar contra el desequilibrio que habia provocado aquel suceso y sacar adelante nuestro matrimonio y Ia familia que empezábamos a formar, aunque esta decisión fue sin tener una conciencia clara de lo que significaba el sacramento del matrimonio. Poco tiempo después, gracias a Dios tuvimos la oportunidad de vivir una experiencia de relacion en el Encuentro Matrimonial Católico, en donde aprendimos a comunicarnos, a saber perdonar, pero sobre todo a conocer cual era el plan de Dios para nosotros como matrimonio y como familia. Y así seguimos luchando por nuestra relación, pero ahora con un poco mas de conciencia de acuerdo al plan de Dios''.
Años después, en otra época de dificultades económicas, después de visitar la basílica de Guadalupe, decidieron colaborar con la Pastoral Familiar de su diócesis. La decisión les llevó a dar su aportación en diversos lugares de Centroamérica, donde a lo largo de los años han constado que ''los grandes problemas por lo que pasan las familias son provocados por factores sociales, culturales, políticos, educativos, económicos y religiosos y el matrimonio y la familia, se ven debilitados y frágiles, y su propia fuerza necesita ser rescatada a traves de la formación y enseñanza de su identidad y misión''. Para ello, concluyó Rubio la pastoral de la familia, requiere en este tercer milenio, ''pastores enamorados del proyecto de Dios'' que acompañen y formen a las familias para que descubran y vivan ''su identidad y su misión''.
El 6 de octubre hablaron ante los Padres Sinodales el matrimonio Nkosi casados desde hace 35 años con 5 hijos y ocho nietos. Tres de sus hijos, como relató Jabu Nkosi, han contraído matrimonio católico con personas no católicas, pero caminan ''con dos credos y un solo amor''. Uno de sus yernos y una de sus nueras quieren convertirse al catolicismo y en la próxima Pascua, en 2016, serán acogidos en la Iglesia Católica.
El matrimonio ha acompañado a lo largo de 33 años a muchos jóvenes con los que han compartido su experiencia de vida, la palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia. ''Les hemos transmitido- dijo Jabu Nkosi- la Buena Nueva del amor de Dios por nosotros a través de su Hijo Jesucristo. Y nosotros en nuestra vida de cada día tratamos, a través de la gracia de Dios, de ser una buena noticia para el otro, para las parejas jóvenes y para el mundo. Esto es posible dejando que la Palabra de Dios, Cristo mismo, sea nuestra brújula''.
''Tenemos y hemos tenido nuestros numerosos retos: quizás el no ver las cosas de la misma manera o el hacerse daño el uno al otro de alguna forma -prosiguió- pero nuestra redención siempre ha sido tratar de ser lo suficientemente humilde como para decir. ''Lo siento". Las palabras del Santo Padre, "perdón, gracias y ¿puedo?" son indispensables si queremos vivir en paz y armonía en nuestra familia. Es importante recordar decirse el uno al otro ''Te amo" y decírselo también a los niños. El Papa Benedicto XVI en su encíclica ''Caritas in Veritate'' destacaba la importancia del amor como el principio vital de la sociedad, el lugar donde una persona aprende el bien común, ya que la familia es el primer lugar donde, una nueva persona aprende a amar, a perdonar, experimenta el perdón y aprende a compartir''.
''La decisión que tomamos hace 35 años es la que seguimos tomando todos los días para cuidar unos de otros en la familia y para ser fieles el uno al otro como cuando nos comprometimos a amar para siempre. En la sociedad moderna que, desgraciadamente, ha desarrollado una cultura de usar y tirar, este tipo de compromiso parece una tontería y es ridiculizado y desaconsejado. Los jóvenes, entonces, tienden a tener miedo de casarse y consideran este compromiso como una carga. Nosotros estamos llamados a animarles a emprender el viaje del Santo Matrimonio mirando a Cristo como su nueva esperanza''.
''Hemos experimentado la nueva vida que nace, y hemos visto a nuestros padres ayudarnos a criar a nuestros hijos. También les hemos visto envejecer, volverse más frágiles y les hemos cuidado hasta que han acabado su existencia. Hemos visto a nuestros hijos volverse padres y a nosotros mismos ser ahora un apoyo para ellos y sus familias. Seguimos transmitiéndoles nuestra fe, todos los valores cristianos y la cultura de "Ubuntu" - humanitarismo. Nos da alegría y satisfacción y ha hecho nuestra vida más rica y plena a través de la gracia de Dios'', finalizó Nkosi.

"Es una hermosa experiencia, afirma el arzobispo de Mérida, Venezuela, Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo, explicando que es el tercer Sínodo en el que participa". Entrevistado por el jesuita Guillermo Ortiz de Radio Vaticano, el prelado reconoce que "la metodología del Sínodo ha avanzado muchísimo y es mucho más participativa". El trabajo en los círculos menores - dice - permite un intercambio de ideas y puntos de vista en un clima de fraternidad y enorme libertad, tal como lo señaló el Papa.
Además el arzobispo de Mérida habla de la actitud del Santo Padre, "que llega antes que todos - dice - y saluda a todos" y esto contribuye a crear un clima especial.
"Se habla de las familias y con las familias, con un profundo sentido de humildad, que he visto en las intervenciones, sin condenar, ni dar recetas". Se trata - recalca - de "acompañar la situación que se vive hoy, en una sociedad en cambio, por los nuevos referentes que hay". Y agrega: "La Iglesia quiere ser servidora de humanidad, acompañar y ofrecer al mundo entero, ternura, compasión, misericordia, respeto y ayuda mutua que todos necesitamos". "Estamos con el mejor deseo de servir y ayudar".
Asimismo Mons. Porras Cardozo explica la necesidad que tiene la familia venezolana de vivir en paz y superar la división y la exclusión que reinan en el país.
Con gran esperanza y alegría, el obispo de Mérida relata además que está en contacto a través de las redes sociales con sacerdotes y personas que están pendientes del trabajo del Sínodo y unidos en la oración, deseando que haya un aliento, para beneficio de toda la sociedad.

«El tema de la familias es trascendental no sólo para la Iglesia, sino para el mundo entero», reitera el Obispo de León, Nicaragua, Mons. César Bosco Vivas Robelo, entrevistado por el jesuita Guillermo Ortiz.
Con su profunda satisfacción por la importancia del tema tratado y por el buen desarrollo y participación en los trabajos sinodales, Mons. Vivas hace hincapié en que se han expuesto con mucha libertad los pensamientos sobre lo que propone el instrumento de trabajo. Y en los Círculos menores se van tratando, parte por parte, para ofrecer al Papa Francisco un documento que le pueda servir en su magisterio para orientar a la Iglesia universal, acompañando a las familias.
El prelado nicaragüense presenta asimismo la religiosidad de la familia en Nicaragua, su respeto al sacramento del matrimonio, su testimonio de que «Cristo es razón de felicidad para las familias, aliento para superar los numerosos problemas y para poder orientar a los hijos en un mundo muy complicado».
Uno de los grandes beneficios de la cumbre sinodal es el de «clarificar algunos aspectos que preocupan a la familia en el plano cultural, como el de la ideología de género», señala el Obispo de León, que habla también de la religiosidad nicaragüense y de las devociones tan enraizadas y hermosas: la piedad mariana, en especial a la Inmaculada, y la Eucarística.
(RD/VIS/Agencias)

jueves, 8 de octubre de 2015

"Mujeres diácono@s"

Un padre sinodal propone en la Asamblea que las mujeres pueda ser ordenadas diáconos

El arzobispo canadiense Paul-André Durocher ha propuesto en las reuniones del Sínodo de los Obispos sobre la Familia que se celebra en Roma desde este pasado domingo, que las mujeres puedan ser ordenadas diáconos.
"Creo que deberíamos empezar a mirar seriamente la posibilidad de ordenar a mujeres diáconos", asegura en declaraciones a Catholic News Service recogidas por Europa Press. Así lo sugirió el pasado martes durante su intervención en la Asamblea del Sínodo.
Monseñor Durocher precisa que esta puede ser una respuesta a la pregunta sobre cómo lograr una mayor participación de las mujeres dentro de la Iglesia.
En este sentido, el arzobispo de Gatineau explica en un vídeo que en la tradición de la Iglesia la definición de diaconado se orienta "no hacia el sacerdocio sino hacia el ministerio" y, por ello, considera que las mujeres podrían desempeñar este cargo.
En la Iglesia Católica, el diácono proclama el Evangelio, preside la celebración de algunos sacramentos como el bautismo y el matrimonio así como funerales, asiste al obispo y al sacerdote en la celebración de la misa, puede predicar la homilía y dar la comunión y está llamado a mostrar un amor preferencial por los pobres y desamparados.
El arzobispo canadiense también plantea que las mujeres ocupen puestos de responsabilidad en la Curia Romana e invita a estudiar la posibilidad de permitir que matrimonios debidamente entrenados y acompañados hablen en la homilía del domingo para dar su testimonio de vida y de familia.
Por su parte, el cardenal sudafricano Wilfrid Fox Napier dijo hoy que poner condiciones a la concesión de ayudas económicas a África es "otro tipo de colonización" de Occidente de ese continente.
"Hay un aspecto sobre el que los obispos africanos están muy preocupados y es el hecho de que queremos ser libres en libertad. Queremos vivir esta libertad y que la colonización política no venga reemplazada por otro tipo de colonización", afirmó Napier, que participa en el Sínodo en el Vaticano.
"De lo que estamos hablando es de países a los que se les dice 'no vas a tener ayudas a no ser que cambies la legislación'. 'No vas a tener ayudas de estos Gobiernos y de estas agencias si no tienes una cierta legislación en tu país'", agregó.
Las críticas de Napier retoman las que obispos africanos manifestaron hace un año en el Sínodo Extraordinario convocado por el papa Francisco y en donde se manifestaron en contra de considerar el aborto y las uniones entre personas del mismo sexo como un "derecho humano".
El cardenal sudafricano se refirió a continuación al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuando, en su viaje a África en julio, dijo a líderes africanos que el progreso del continente dependería de su respeto a los derechos humanos y del fomento de una verdadera democracia, con libertad de elección asociación y opinión.
También aludió a la exsecretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, cuando elogió en 2012 en Dakar la democracia de Senegal, en su opinión un modelo a seguir para los países del África Subsahariana.
"Es lo que ha ocurrido en Kenia con Obama, también la secretaria de Estado Hillary Clinton (que) fue a centroáfrica y repitió mucho este mismo mensaje con otros términos. Por eso es por lo que la gente dice que esto es otra nueva manera de colonización", sostuvo.
Napier, que participa en uno de los "círculos menores" o grupos de trabajo por idiomas del Sínodo, consideró que el tema principal de esta asamblea que se celebra en el Vaticano "es la vocación y la misión de la familia".
Destacó que "la familia es la unidad básica, no solo de la sociedad, sino también de la Iglesia" y subrayó que "si la familia es débil, también lo será la Iglesia".
"La fortaleza de la Iglesia procede de la familia, así que tenemos que darles todo el apoyo que podamos", concluyó.
La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos comenzó oficialmente el pasado 4 de octubre con la inauguración por parte del papa Francisco y se ocupará de abordar los "desafíos de las familias en el mundo actual" hasta el día 25.
Finalmente, el cardenal José Luis Lacunza, obispo de David, participa en la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que comenzó oficialmente el pasado 4 de octubre.
En el encuentro se abordan temas sobre los "desafíos de las familias en el mundo actual", donde el papa Francisco hizo un llamado para trabajar con mentalidad de iglesia con coraje, humildad y oración, además contribuir a buscar los mejores caminos para la célula fundamental de la sociedad.
"Hablar de la familia es algo que nos concierne vitalmente a todos", dijo el cardenal Lacunza.
"La necesidad más apremiante para la familia es el fortalecimiento, todos sabemos que la vida de la familia hoy está muy socavada, muy atacada desde muchos ámbitos y creo que la iglesia debe apostar por ella", destacó. No obstante mencionó, "eso no quiere decir que la iglesia vaya a olvidar a aquellos que por diversas razones hayan roto la vida familiar o hayan buscado otras alternativas".
Para Lacunza, hay que darle más seguimiento a las familias separadas. "Si se expresan las opiniones diversas con caridad, sencillez y disponibilidad al diálogo es una riqueza para todos", reiteró.
(RD/Agencias)

sábado, 3 de octubre de 2015

Una propuesta pastoral para el Sínodo (Jose Mª Castillo)

Una propuesta pastoral para el Sínodo

Cuando faltan solo unas horas para el comienzo del Sínodo de la Familia, crecen y suben de tono, en la Iglesia, las voces de alarma que hablan de “cisma blanco”, “cisma rojo” (Jorge Costadoat). O de quienes, como es el caso del cardenal Kasper, llegan a insinuar que estamos entrando en un “cisma práctico”, o sea (si me he enterado bien) un cisma que nadie formula en teoría, pero que en la práctica diaria de la vida funciona dividiendo a los católicos y fracturando a la Iglesia.
Por eso, ahora más que nunca, es el momento de preguntarse: ¿qué puede hacer el papa en este asunto, tal como están las cosas?

Como es lógico, habrá que esperar a ver cómo se desarrolla el Sínodo y, sobre todo, tendremos que saber lo que, después del Sínodo, dice y decide el papa. Pero es precisamente para eso, para indicar lo que, según mi modesta opinión, considero que es lo más acertado que el papa podría - y quizá tendría que - hacer en la situación que estamos viviendo en la Iglesia ahora mismo. Por eso me atrevo a presentar lapropuesta siguiente.

Ante todo, considero que es fundamental tener muy claro que, en el tema de la familia, no estamos ante una cuestión de Fe. Por la sencilla razón de que, si pensamos y hablamos de la familia desde la Fe dogmática, que profesa la Iglesia, no existe definición dogmática alguna, en el Magisterio de la Iglesia, sobre este asunto. Y si alguien encuentra un documento magisterial definitorio sobre el modelo de familia o incluso sobre la indisolubilidad del matrimonio, que lo diga.

Más aún, los textos bíblicos de Mt 19, 1-9 y Mc 10, 1-12, ampliamente estudiados y discutidos por la exégesis mejor documentada, han demostrado sobradamente que no se refieren a la problemática actual sobre si el matrimonio es o no es indisoluble. En esos textos, Jesús se opone al derecho unilateral que, según Deut 24, 1, tenía el hombre para repudiar a la mujer, sobre todo si hacía tal cosa “por cualquier causa” (Mt 19, 3). Lo que indica claramente que Jesús no se refiere a la indisolubilidad del matrimonio, sino al derecho unilateral del hombre frente a la mujer que, según la ley de Moisés, carecía de ese derecho. Una desprotección de la mujer, que se agravaba por causa de las enseñanzas de la escuela de Hillel, que llegaba a permitir el repudio de la esposa”por cualquier motivo” (Mt 19, 3).

Por otra parte, el hecho de que, durante siglos, se hayan mantenido, entre los cristianos, unas práctica y unas costumbres determinadas sobre esta cuestión, no es (ni puede ser) un argumento determinante para obligar al papa a mantener, de forma irrevocable, unos determinados usos o prácticas por más inamovibles que se consideren esas prácticas y esas costumbres. Y por más respetables que sean las personas que pretenden mantener un determinado modelo de familia. Quienes afirman que la Iglesia no puede en ningún caso admitir el divorcio, demuestran una ignorancia incomprensible, ya que, al decir eso,  desconocen que la Iglesia, durante siglos, admitió el divorcio en determinados casos.

Por ejemplo, en la respuesta que el papa Gregorio II, en el año 726, envió al obispo san Bonifacio (PL 89, 525). Lo mismo que en la respuesta del papa Inocencio I a Probo (PL 20, 602-603). Doctrina que quedó recogida en el Decreto de Graciano, en el siglo XI (R. Metz - J. Schlick, “Matrimonio y divorcio”, Salamanca 1974, 102-103; M. Sotomayor, “Tradición de la Iglesia con respecto al divorcio. Notas históricas”: Proyección 28 (1981) 55).

Estando así las cosas, lo más razonable, que se puede sugerir en este momento, es que el papa debe sentirse libre para tomar una decisión pastoral, que ayude a la Iglesia entera y en su conjunto a ir madurando la doctrina teológica a seguir. Y, sobre todo, la práctica pastoral que se debe adoptar, al menos mientras las cosas no se vean con más claridad y precisión.

Esto supuesto, y dada la confrontación que de hecho existe en la Iglesia sobre este problema, parece lo más razonable sugerir al papa que - de momento, al menos - lo mejor sería dejar, a los pastores y a los fieles en la Iglesia, en la libertad de proceder según la propia conciencia. De forma que nadie se sienta, ni se pueda sentir, con el derecho y el deber de imponer su propio punto de vista, en un asunto sobre el que no existe ni una enseñanza bíblica, ni una doctrina magisterial que lo pueda imponer desde la Fe. Como tampoco existe, en la historia de la Iglesia, una enseñanza o una práctica uniforme, clara y firme en cuanto se refiere a la defensa de la indisolubilidad del matrimonio, como ahora pretenden imponer algunos obispos y otras dignidades eclesiásticas.

Estamos, pues, ante un asunto sobre el que sabemos que existe un notable pluralismo entre los creyentes en Jesucristo, de forma que, existiendo tal pluralismo, ni el papa podría tomar la decisión de pronunciar una definición dogmática sobre un tema en el que la “Fe de la Iglesia” no es uniforme ni posee las condiciones necesarias para el pronunciamiento de una definición dogmática, como quedó dicho en la definición de la infalibilidad pontificia del concilio Vaticano I (DH 3074) y en la precisión que, sobre este punto capital, hizo el Vaticano II (LG n. 25).

viernes, 2 de octubre de 2015

Mis dudas sobre el Sínodo

Mis dudas ante EL SINODO DE LA FAMILIA


(Juan Rubio)
Tengo mis dudas sobre el próximo Sínodo de la Familia, segunda parte. Después habrá que esperar la Exhortación del Papa, que puede, si lo dejan y no lo intoxican, decir lo que considere. Tengo un sabor de un algo extraño, un no se que que se queda balbuciendo sobre varios asuntos que se trataran en la asamblea sinodal, en la que no se puede olvidar que es SINODO DE OBISPOS. Los demás tiene voz, pero no voto. Por ahí debiera haber empezado el Papa, un hombre de convicción y con ideas claras de UNA IGLESIA EN CAMINO Y SEMPER REFORMANDA. Pero abrir puertas para que entre el aire y que solo las mitras pueda votar, ya es empezar mal. Los religiosos que no son presbíteros, como los Hermanos de la Salle o los Hermanos Maristas, van, ven, hablan y si les preguntan y no pueden votar, como tampoco los asesores, mujeres muchas de ellas.
Antes de exponer mis CINCO TEMORES, os resumo la anécdota que un día me contara el hoy Cardenal Estepa, en el Sínodo de la Catequesis , ultimo convocado por Pablo VI y en el que el fue Secretario en 1977 y al que asistieron Luciani, Ratzinger y Wojtyla como cardenales. Al acabar cada sesión, el arzobispo de Cracovia, iba a la mesa y dejaba por escrito sus intervenciones, propuestas y reflexiones.. Lo hacia de forma tozuda en la ultima semana. El secretario Estepa le decía que ya las tenia, que cada día llevaba las mismas. Wojtyla le decía con voz grave que no se fiaba que las aportaciones suyas llegaran al Papa, temiendo que se perdieran por el camino. Ya siendo Papa, tras el breve pontificado de Luciani, comenzó a preparar su Exhortación Apostólica sinodal. Llamo a monseñor Estepa y, socarronamente, le dijo que llevaba razón, que estaba en la mesa del papa, que no se habían perdido. Escribo la Cathequsiis Tradendae y de lo que los padres sinodales dijeron solo recogido un veinte por ciento. Todo lo demás eran esos papeles que el tema se perdieran. 
Pues Francisco, tras un sínodo en dos sesiones, tras consultar al Pueblo de Dios, aun a sabiendas que en muchos lugares seria el obispo y sus vicarios quienes resolverían la encuesta, podría dar el valonado como Juan Pablo II hizo con las conclusiones del Sínodo de la catequesis.
Mis cinco temores

Que el núcleo duro de padres sinodales que se ha venido configurando en este año, sea mas fuerte de lo que se cree. 
Los Nuevos Movimiento, como el Opus Dei o el Camino Neocatecumenal forman parte de ese núcleo duro, pero en el anonimato, con esa suave forma de meterse en la cabeza de prelados que sigue la consigna de Groucho Max. Estos son mis principios, pero si hay que cambiarlos, se cambian.
Que desde la Secretaria General se vaya haciendo una labor de limpieza y de hermenéutica haciendo que lo blanco sea negro y que donde dice digo, diga Diego.Habra que estar atentos al equipo de Secretaria, aunque lo que hora va a llegar no tiene la frescura de lo que llego al primero, pues, en este año se han formado coaliciones y alineamientos , mas dedicados a frenar que a proponer
Que , por muchos asesores , miembros de grupos familiares, parejas de matrimonios bien casados y teólogos de cuño ortodoxo, el laico y el asesor no tiene voto y su presencia en el aula Pablo VI será la de ASESORAR, pero después, callar y mutis por el foro
Que se cierre el debate sobre los grandes temas que hacen sufrir a muchos cristianos , como son la incorporación plena a la Iglesia de matrimonios divorciados y vueltos a casar, el gesto y la palabra oportuna a parejas del mismo sexo, la humillación de muchas mujeres y hombres,que acuden a los directores espirituales para limpiarse la herida del maltrato psicológico, solo reciban por respuesta que hay que ser sumisas y que practiquen la resignación, esa señora que tanto daño ha hecho a muchos cristianos normales, de los que el fundador del Opus Dei, ahora santo, decía que el matrimonio es para gente de tropa. Creo que ya han quitado ese texto de su libro Camino
Y que todo sea un cambiar todo para que todo continue igual. Es la prueba del algodón para Francisco, en quien tantas esperanzas han puesto los cristianos de los márgenes, que son muchos mas de los que se cree y que, el lenguaje del Sinodo y su mensaje sea distinto al que el Papa en sus viajes viene dando.
Así las cosas, habría que tener de fondo La Misericordia Entrañable, que el papa quiere que durante un año sea el lema y consigna para la renovación eclesial
Veamos, veamos y ….veamos

jueves, 10 de septiembre de 2015

Opinión del Obispo emérito de El Ferrol, sobre la Comunión de los divorciados y vueltos a casar.

El obispo Gea responde a los teólogos que piden la comunión para los divorciados vueltos a casar

El obispo José Gea Escolano, emérito de Mondoñedo-El Ferrol, ha escrito un artículo en su blog Un obispo Opina, alojado en Religión en Libertad, que lleva por título Comunión de los divorciados y vueltos a casar donde responde a los 20 teólogos españoles que han firmado el manifiesto: Carta al obispo de Roma.


sábado, 1 de agosto de 2015

DISTINTAS SENSIBILIDADES ANTE EL SÍNODO DE LA FAMILIA (I)

MATRIMONIO EN CUATRO TIEMPOS

(Juan Masiá)


Se acerca el Sinodo y se reiteran las propuestas a favor y en contra de revisar doctrina y prácticas eclesiales sobre acogida sacramental de personas en nuevas nupcias tras divorcio. Pero antes de argumentar en pro o en contra, repensemos el tema central de la fidelidad a la promesa, punto de partida anterior a las doctrinas teológicas y prescripciones canónicas sobre la indisolubilidad del vínculo.