domingo, 14 de noviembre de 2021

EVANGELIO DEL DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE. SEMANA 33 DEL TIEMPO ORDINARIO.



EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.
Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas,deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca,a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»

Marcos   13, 24-32
COMENTARIO

No hay que temer el lenguaje de este evangelio mitad amenazante, mitad
apocalíptico. Es una “forma de hablar”. En aquel tiempo…hablaban así…

Jesús, en este evangelio de Marcos y después de haber llevado a cabo toda su obra “liberadora” en favor de los pobres, pecadores, leprosos, endemoniados, les dice a sus discípulos que sean lúcidos, porque un mundo acaba, y empieza otro nuevo. 

¿Qué mundo acaba? El mundo religioso judío que él se ha encargado de denunciar con su vida; todo un sistema cultural y religioso caduco, injusto e insensible. 

Eso, para un judío, era el fin del mundo; o dicho con palabras más de hoy: el fin de un “sentido” sobre el mundo; el fin de una “manera de ver la vida”. Todo esto es expresado con las “categorías” del momento (“en aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán”).

¿Qué mundo va empezar? El de Jesús; su propuesta de vida. Rastreando con lucidez los evangelios nos damos cuenta de que Jesús propuso otro sistema de vida, un sistema alternativo al judío. 

Su problema fue que lo propuso en el nombre de Dios; en el nombre del mismo Dios que llevaba anunciando el judaísmo por lo menos  durante doce siglos. Y no se lo permitieron; por eso acabaron con su vida. 

Cuando en el evangelio de hoy Jesús propone a sus  discípulos la parábola de la higuera, en el fondo les esta cuestionando sobre su capacidad para ver en los signos de su vida, la llegada de un tiempo nuevo.

Ya sabéis que los judíos identificaban la higuera con los escribas -los teólogos y entendidos del momento en cuestión religiosa-. Pues bien, Jesús es el “nuevo escriba”. 

Por tanto, la fe no es creer sin ver. Más bien, la fe es ver más de lo que hay; es ver en el testimonio atrevido e imprudente de Jesús un orden nuevo y una lógica vital nueva

La parábola de la higuera, es una retadora manera de decirle a sus discípulos si son capaces de poner su corazón en el experimento que él les anuncia; les cuestiona sobre si son capaces de creer en él y en su proyecto.  

Y por si queda alguna duda, manifiesta que su proyecto es el definitivo (“el cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán”). 

Por tanto, todas estas imágenes de catástrofes que aparecen en el evangelio de hoy, lejos de ser una excusa para una superproducción de Hollywood, creo que se trata de una comprometida propuesta a la Iglesia de todos los tiempos.

Se trata de “identificar” en los signos que hizo Jesús (“las ramas tiernas de donde brotan las yemas”), no tanto la existencia de otra vida, cuanto la posibilidad de vivir de otra manera en esta vida.

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