domingo, 4 de abril de 2021

DOMINGO DE RESURRECCIÓN



LA PALABRA
“Y María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro...

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Este inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Pedro entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos... Entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.”

“No temáis: id a Galilea” 
 (Evangelios de Juan y de Mateo)

LA EXPERIENCIA

Los Evangelios de la Vigilia y del Domingo de Pascua nos proponen dos paradas en este itinerario de la Vida: el sepulcro y Galilea.

A los sepulcros hay que ir para ver qué queda allí de la vida que fue enterrada. El sepulcro hay que mirarlo, verlo, contemplarlo... En ellos solo están los “restos” de la muerte.

Y “Galilea” es la vida de siempre, contemplada con ojos nuevos. Eso es la Pascua.

LA CELEBRACIÓN

Este Domingo de Pascua, por un instante, afina tu mirada y contémplate:

1. Ponte delante de un espejo. Mírate. Eres la misma persona de siempre. Ahora da un paso más e intenta ver algo de ti en lo que no había caído en la cuenta. Y después contémplalo con gratitud. Mirar-Ver-Contemplar, este es el itinerario de la Vida Nueva

2. Ponte ahora delante de una ventana de tu casa. Mirarás a lo de siempre... a los vecinos de siempre y el paisaje de siempre.
Intenta verlo y contemplarlo con ojos nuevos.



LA PLEGARIA

¡Señor y dador de vida,
en Jesús descubrimos 
una muerte que ha sido vencida.
Pascua es cuando nosotros 
somos capaces de vencer 
nuestros malos genios, nuestros rencores, 
nuestros pesimismos y nuestras barreras.
Que tu espíritu de Amor, 
aliente esta nueva mirada sobre la vida
Amén!


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