lunes, 10 de mayo de 2021

EVANGELIO DEL LUNES 10 DE MAYO. SEMANA 6 DEL TIEMPO DE PASCUA.


EVANGELIO


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no os tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»
Juan   15, 26-16, 4

COMENTARIO

Empezamos ya, con el evangelio de hoy y con esta penúltima semana de Pascua, la preparación de la fiesta de Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo. Un día sí y otra también aparecerá esta “figura” divina llamada por la tradición Espíritu, Defensor, Paráclito…Los textos nos permitirán aproximarnos a esta realidad desde muchos matices.

Dice el texto de hoy: “llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios”. Está claro que la primitiva comunidad cristiana pone en boca de Jesús la situación de “conflicto” y el "enfrentamiento" religioso que están viviendo. 

La conflictividad histórica del cristianismo, es decir, esa especial capacidad para no huir de los problemas que va planteando la vida y “hacerles cara”, forma parte también de la dimensión religiosa de la vida.

La religión cristiana no es una religión de la “huida”, sino de la “permanencia”. Porque, como bien sabemos, “la permanencia en el amor”, incorpora en no pocas ocasiones alguna que otra dosis de sufrimiento. Como dijo aquel, “el sacrificio que no nace del amor no tiene sentido, y el amor que no está dispuesto al sacrificio no es auténtico”.

Ciertamente esta conflictividad no se vive al mismo nivel en países donde abundan los fundamentalismos irracionales, que en países donde, a pesar de la pluralidad, podemos convivir personas con maneras de pesar distintas. 

Cuando Jesús dice eso de que "os expulsaran de la sinagoga", en principio, se está refiriendo a la persecución no por el poder político del momento, sino por el propio poder religioso de los sumos sacerdotes y fariseos.

Salvando las distancias, tengamos cuidado de paso, no sea que sin querer, como nuevos neo-fariseos, pensando que “estamos dando culto a dios” (yo no me atrevo a ponerlo con mayúscula), apaguemos voces críticas interesantes, manifestaciones del Espíritu sugerentes, y experiencias reveladoras de Dios de las que, como Iglesia necesitada de reforma, podríamos aprender, aunque nos resulten incómodas.








1 comentario:

  1. Después "de neo-fariseos," será pensando (se ha escapado la primera n y está pesando

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