jueves, 26 de mayo de 2022

EVANGELIO DEL JUEVES 26 DE MAYO. SEMANA 6 DEL TIEMPO DE PASCUA.


EVANGELIO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver.» Comentaron entonces algunos discípulos: - «¿Qué significa eso de "dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver", y eso de "me voy con el Padre"?» Y se preguntaban: - «¿Qué significa ese "poco";? No entendemos lo que dice.» Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: - «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: "Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver"? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.»
Juan   16 , 16-20


COMENTARIO

Estos textos, en ocasiones sumamente críticos, no tienen más intención que revelar como el proceso por el que aquella primitiva comunidad fue haciéndose a la idea de que el testimonio era tan importante como el testigo, no fue fácil.

Efectivamente, habiendo desaparecido el fundador del cristianismo, y dando por hecho la impronta, el aire y el “Espíritu” que había grabado a fuego en los suyos, el proceso por el que los “herederos” de esa memoria se hacen cargo del mensaje no fue fácil.

No fue un simple traspaso de responsabilidades, ni la firma de un documento. Imagino que eso de que “el discípulo no es más que su maestro”, debió sonarles a peligro. Por tanto pasar del testigo al testimonio fue duro. 

Un cierto sentimiento de “orfandad espiritual” tendrían siempre, de ahí lo de “me veréis” y “no me veréis”. Pero igualmente parece claro que triunfó la sensibilidad de aquellos que quisieron intentarlo. Por eso “vuestra tristeza se convertirá en alegría”.

Más o menos lo que nos pasa hoy. En muchos casos preferiríamos más que una religión una superstición, puesto que en la superstición lo importante es el “mago” que hace lo que yo le pido. En la religión, en la fe, lo que cuenta es el testimonio, es decir, o lo hago yo y actuó yo en la memoria de quien prendió en mi corazón, o no “hay nada que hacer”. Por eso decíamos ayer lo que decíamos…. al final se trata de vivir.


Elijamos, o religiosos…o supersticiosos.

1 comentario:

  1. Una mirada amable, sincera y sensible hacia el Evangelio de hoy.
    Solo por el mensaje que contiene el titulo que usted le dedica, merece mucho la pena dedicar unos minutos para realizar una sencilla reflexion.

    "Parece que fue ayer cuando me dijiste, dentro de poco ya no me verás, pero más tarde me volveras a ver"
    No comprendi lo que me decias en aquel momento. Sin embargo
    tu si sabias lo que me decias. Y tambien sabias que algun dia lo entendería.
    Ha llegado ese dia, de volver a sentirte, volver a escucharte, aqui, ahora, en el mismo lugar de siempre. ¿Donde? En mi corazon.
    Ha sido el tiempo (tu dijiste poco), tu fe, tus creencias, tu religión, tu ejemplo, tu luz, tu vida, tu amor eterno, que me guia, me cuida, me protege, me enseña.
    Pensaba que todo eso se habia ido contigo. Estaba equivocada porque siempre has estado conmigo.
    Me aseguraste que lloraria, que el mundo estaria alegre y yo estaria muy triste.
    Ha sucedido como tu dijiste. Mi tristeza se ha convertido en alegria.
    He sanado desde mi interior, desde mi corazon. Y es desde ese lugar, que tu me enseñaste, que miro y abrazo hoy la vida que me dijiste que viviera.
    Recorrer este camino sin ti ha sido muy doloroso y muy dificil.
    Todas las personas tenemos que recorrer este camino, lleno de alegria, de tristeza, de dolor, de sufrimiento, de prejuicios, de rencores, de egoismo, de miedos, que nos apartan de la senda del corazon y de la vida de los demas. Nos aisla, nos encierra.
    Sin embargo tenemos que hacer un ejercicio de mirarnos a nosotros mismos, para hallar en nuestro interior todo aquello por lo que merece la pena nuestra vida y por lo que merece la pena vivir.
    Esta tarea por si misma merece mucho la pena.

    La luz de Jesus nació en mi, he sentido y vivido con Él su pasion, muerte y resurreccion.
    Se ha cumplido todo lo que Él ha dicho.
    Y todo lo que Él ha hecho lo convierte en un ser entrañable y unico.
    Voy a hacer todo lo que Él me diga: ¡vivir!

    Un cordial saludo para todos los lectores del blog.


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