miércoles, 8 de abril de 2020

MIÉRCOLES SANTO



LA PALABRA
...Y Judas Iscariote les dijo - «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?» Ellos se ajustaron con él en treinta monedas...

Mientras comían dijo Jesús: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar». Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: - «¿Soy yo acaso, Maestro?» Él respondió: - «Tú lo has dicho.»

(Mateo 26, 14-25)

LA EXPERIENCIA

En el evangelio de hoy conviven traición: la de Judas; y servicio, entrega y testimonio por amor: el de Jesús. 

Ambigua fue aquella cena, como ambigua es la vida cotidiana en la que se entremezclan los sentimientos y los acontecimientos más dispares. 

Resulta escandaloso ponerle precio a la vida. Pero al fin y al cabo todos hemos tenido alguna vez la sensación de encarecer nuestros sentimientos; o al revés, ... abaratar nuestros principios.

El texto de hoy nos invita a descubrir las veces que nos hemos sentido mercancía, o que hemos convertido a alguien en mercancía.


LA CELEBRACIÓN

Te proponemos en este Miércoles Santo esta Celebración en tu interior:

1. Échate la mano a tu bolsillo o a un monedero que tengas cercano. Cuenta las monedas que tienes y pregúntate qué podrías comprar.

2. Ahora, entra en tu interior y descubre el valor más grande que anida en tu corazón, aquello que mejor te define como persona. ¿Crees que en algún momento le has puesto precio?

3. Mira a la gente que te rodea estos días y da gracias por su “valor interior”. Siente que comparten su riqueza contigo sin pedirte nada a cambio. Exprésale de alguna forma tu gratitud a lo largo el día.

LA PLEGARIA

¡Señor y dador de vida,
Jesús es entrega absoluta 
y generosidad sin límite.
De Él queremos aprender a vivir
sin guardarnos nada de nuestra historia,
y compartiendo aquello que 
anida en la bondad de nuestro corazón.
Ante Ti que vives y amas, 
y atraviesas la memoria del tiempo
Amén!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu opinión.