domingo, 21 de octubre de 2018

EVANGELIO DEL DOMINGO 20 DE OCTUBRE. SEMANA 29 DEL TIEMPO ORDINARIO.


EVANGELIO
En aquel tiempo, se le acercaron los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.»
Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?»
Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»
Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?»
Contestaron: «Lo somos.»
Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mi concederlo; está ya reservado.»
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»

Marcos 10, 32-45

COMENTARIO

Jesús era un experto en sospechar, es decir, en "mirar debajo" o en "mirar hondo"; dicho con otras palabras, Jesús era experto en detectar bajo las aparentes sanas aspiraciones de una persona, los intereses un tanto perversos que la movían.

El joven rico de la semana pasada, más que una pregunta, lo que planteó a Jesús fue una trampa. Hoy, Santiago y Juan plantean otra trampa a Jesús:  pretenden sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda en su gloria. ¿Qué mal hay en eso?  "Si les hace ilusión... que más da a la derecha o  a la izquierda... alguien tendrá que estar... ¿qué son ellos?... pues bendito sea el Señor"  -este sería el argumento de un observador de esta escena, tan bienintencionado como ingenuo-

Pero Jesús "sospecha" que bajo este sano interés por la "gloria" hay una decidida apuesta por una vida cómoda típica de los tiranos de su época. De ahí la respuesta tan dura y tan radical, tensionando al máximo su argumento con los polos "primero y último - grande y servidor".

La respuesta de Jesús lo que pretende, como en el caso del joven rico, es advertir a Santiago y Juan de que no es la vida eterna o la gloria lo que está en juego. Para Jesús, lo decisivo es el devenir cotidiano, la vida real de cada día, la historia cotidiana ..... Cuando tienes una vida por delante por vivir, es un poco inútil y desocupada la preocupación por las cuestiones de ultratumba. Ya llegarán.

Nunca entenderé a aquellos "hombres de religión" que tildan de "presentistas" o "poco espirituales" a quienes cada mañana se levantan con la sola intención de humanizar la vida, sin gastar un instante en pensar, siquiera imaginar, "otras vidas venideras".


Cuando traemos el evangelio al hoy de nuestra vida, la pregunta que hemos de hacernos no es si somos amos o siervos. La respuesta me la imagino.

El evangelio nos provoca para que detectemos ciertos dinamismos o maneras de ser que en la actualidad nos colocan en posición privilegiada y de dominio frente a los demás. Aunque, no pocas veces también sabemos que prevenirnos de los demás es también una forma de poder.


Efectivamente, en este momento cultural y en esta sociedad tan de la imagen, decirle a cada uno y en cada momento lo que quiere oír es una forma de poder.


Apuntarte siempre a caballo ganador, a lo política y eclesialmente correcto, es otra forma de prevención que te sitúa no sé si en lugares de poder, pero sí en niveles relativamente cómodos vitalmente hablando.


Rodearte de personas con las que, a precio razonable de sentimientos afines, te ofrezcan la protección que tu anhelas,es una apuesta tan cortoplacista como eficaz a la hora de disfrutar de minutos de "gloria", en este caso, bastante terrena.


Y el colmo del poder, fatuo pero efectista, es llenar tu vida de tal cantidad de ironía que bajo ella no exista más que la mentira que eres.


Todo lo anterior es poder… porque te resguarda de vivir la vida “real”. Porque “reales” son las contradicciones, los sinsabores, las frustraciones, los momentos de depresión y de desánimo…. “¿estáis dispuestos a beber del cáliz que yo he de beber?


De ahí que Jesús le diga a los “hermanísimos” que él únicamente les puede ofrecer la vida real, porque la "gloria", no es cosa suya. Si acaso... se dará por añadidura.


Hoy la pregunta es: ¿en qué consisten tus estrategias de defensa?... Pues en la respuesta a esa pregunta consiste tu anhelo de poder.

El mensaje de la semana, en video, aquí podéis verlo.  









No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu opinión.