martes, 12 de junio de 2018

PARROQUIAS DE ALCADOZO Y LIÉTOR. EVANGELIO DEL MARTES 12 DE JUNIO, SEMANA 10ª DEL TIEMPO ORDINARIO.


EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»

Mateo 5, 13-16
COMENTARIO

Jesús era un judío de su tiempo; ciertamente era un judío peculiar, pero judío al fin y al cabo. Para él, el cielo y la tierra eran lugares debidamente localizados; nadie los había visto, pero debían estar. Y llama la atención el hecho de que, incluso con esa mentalidad, la única manera de "dar gloria a Dios" es vivir con gusto ("vosotros sois la sal de la tierra") y vivir con lucidez ("vosotros sois la luz del mundo"). O dicho con otras palabras: una vida sosa y apagada no da buena cuenta de la "gloria de Dios".

Cuando Jesús, como Maestro de Vida, pronunciaba palabras parecidas a las que hemos leído hoy, tengo la sensación de que no pretendía convertir su discurso en un discutible discurso ético del tipo "tenéis que ser buenos y dar ejemplo". Jesús nunca fue un maestro legalista y moralizador; para eso ya estaban los fariseos, expertos en leyes y en moral, como bien sabemos.

Por eso, cuando Jesús pronunciara este mensaje, su objetivo era convencer a sus discípulos de que vivieran, aprovecharan la vida y de que no se sintieran espectadores frustrados y frustrantes de la misma. Vivir y dar gloria  a Dios, es lo mismo; no se trata de dos cuestiones superpuestas.

Tengo la sensación (e igual aquí me excedo un poco) de que uno de los problemas del cristianismo actual, consiste en convencer a la gente de que por una parte "vivimos" y por otra "celebramos lo que vivimos". La religión y la fe vendría a  ser esa "lectura creyente de la realidad" que activa nuestra dimensión trascendente. 

Yo creo que esto es un error; no somos hombres y mujeres de "dos tiempos", entre otras cosas porque sólo existe "un tiempo", el que percibimos cada día. 

Cuando una persona ama a alguien, lo ama en el instante en que le está amando; por esto mismo, no necesita pensar después si aquello era amor o no. Era.. lo que sentías.

La dimensión religiosa de la vida no es algo así como una "vida releída". Por eso mismo, vivir es creer; creer es vivir.


⭆Y desde aquí 🆙, accede a una nueva entrada de Las Edades de Sara  para noches de insomnio, con una  humilde reflexión sobre "los cristianismos de hoy"🆙


PD: Como veis os vuelvo a enviar el evangelio. Un "receptor" del evangelio, que es informático, me ha enviado un código extraño para insertarlo en el blog. Según comenta, esto hace que se camufle el envío ante la red social Whatsapp, al menos por ahora. Después de cuatro días, hoy he conseguido hacerlo funcionar. No sé si es ético, pero práctico sí parece que es. Veremos a ver cuánto dura. Saludos.



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