En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: «Todo el mundo te busca.» Él les respondió: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.» Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.
Marcos 1, 29-39
COMENTARIO
El texto
evangélico de hoy, de los más comentados en este blog, tiene un código
"secreto" que es apasionante. Ahí está su gracia, en el
"código".
De qué código hablamos. A ver si lo digo en pocas palabras.
En castellano podéis comprobar que por dos ocasiones se utiliza el
verbo levantar: una referida a la suegra de Pedro ("Jesús se acercó, la cogió de la mano y la
levantó"); otra referida al propio Jesús ("se
levantó de madrugada"). En
castellano el código es imperceptible...pero en griego no.
La palabra griega traducida por “levantar” y
aplicada a la suegra de Pedro es el término ηγειρεν. En el
segundo caso, cuando se dice que Jesús se levantó, ya no se utiliza
el término ηγειρεν sino la palabra αναστας. Dos palabras,
iguales en la traducción al castellano pero distintas en griego.
Y este es el código.
¿Por qué? Pues porque el verbo levantar aplicado a la
suegra de Pedro, es el mismo que en otros lugares de la Biblia se utiliza para
hablar de la "resurrección". Sin embargo, el empleado en el texto
de hoy referido a Jesús, describe simplemente la acción de
levantarse después de haber estado sentado o postrado.
Lo que ocurriera con la suegra de Pedro fue utilizado por el
evangelista para trasmitir un importante mensaje en aquellas primeras
comunidades cristianas. Efectivamente, Marcos viene a decir que vivir con salud
(resucitar), significa aprender a servir. Por eso vincula el hecho
de la curación con el servicio (la
levantó y se puso a servirles). Si se nos escapa este detalle incluso
podríamos leer el texto con un perfil cómico que roza lo ridículo, porque
hace falta ser muy miserable para dejar que una mujer que ha
estado enferma, de pronto se ponga a servir.
Pero no, no es esta la intención del texto. La intención del
evangelista es más bien anunciar que la religión de Jesús no consiste en “ser
servido" sino en "servir"; por eso, lo distintivo
del seguidor de Jesús va a ser el "dar la vida" por amor.
Cuando leemos el texto veintiún sigo después, el
matiz sigue siendo interesante. No negamos que la fe en la resurrección tenga
efecto tras nuestra muerte (ya llegará cuando nos ocurra),
pero mientras tanto podemos, por lo menos, ensayar en la historia esto de
vivir resucitados. Y, gracias al griego, sabemos que
vivir resucitados es servir, más que "ser servidos" y entregar tu vida, más que "guardártela".
Comprendo que el evangelio, en castellano, es más fácil y un
poquito más cómodo. En griego se complica un poco... pero ¡esto
es lo que hay! (...Es broma).
PD. Aquí podéis acceder al comentario del año pasado, más fácil,
en castellano.
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