domingo, 11 de diciembre de 2016

"A TU ENCUENTRO". MISIÓN DIOCESANA



Estamos en plena campaña de difusión  de la recién estrenada misión diocesana. Es muy de reseñar lo invertido hasta este momento en preparación, sensibilización y oración para que los frutos de la misma lleguen a buen puerto.


Creo que la comunidad diocesana ha asumido las dos grandes direcciones que, a modo de nervios, vertebran y estimulan dicha propuesta, el ser comunidad de discípulos y el ser iglesia misionera, como muy bien sostiene nuestro obispo don Ciriaco en los retiros eclesiales cuando afirma con rotundidad que no basta con ser discípulos y misioneros, sino discípulos misioneros.

La escuela de agentes de pastoral  y los círculos bíblicos en torno a la lectio divina son las dos novedosas estrategias misioneras que tienen la tarea de facilitar este urgido y urgente objetivo diocesano.

Creo que es una atrayente, renovada y motivadora oferta para poder vehicular las dos grandes dimensiones que una iglesia particular ha de mantener activadas: la comunión y la misión.

Me viene a la cabeza el comentario con el que nos cuestionaba el siempre y gratamente recordado Fernando Parra en un retiro al que tuve el gusto de asistir. Afirmaba Fernando que hay preguntas no formuladas que que una iglesia contextualizada con el ambiente que nos rodea ha de hacerse. El problema de tales preguntas es que, al no formularlas nadie nadie, corren el peligro de que no se respondan. Un a iglesia responsable ha de facilitar que se formulen.

En este sentido, el lema de nuestra misión: “a tu encuentro” creo que supone la formulación de algunas de esas preguntas, porque nos cuestiona hondas preocupaciones misioneras. El lema es una pregunta lúcidamente formulada. Y en este sentido creo que hay tres encuentros ineludibles que están latentes en la preocupación misionera de la iglesia de Albacete.
Un encuentro consigo misma que nos lleve a hacernos aquella misma pregunta que resonó en el Vaticano II por parte del Cardenal Suenes: ¿iglesia, qué dices de tí misma?, hoy añadiríamos, iglesia diocesana ¿qué dices de tu comunicación interior, de la eficacia de tus medios de comunión y de tus propuestas pastorales?

Un segundo encuentro que concluya con una ineludible cita con la musculatura cultural del momento que atravesamos. Un encuentro pre-moral, donde no empecemos pre-juzgándonos de buenos y malos sino que más bien aprendamos a crear una gramática con la que podamos empezar a hablar.

Y un tercer encuentro con nuestras mediaciones pastorales. Porque la  iniciación cristiana y la transitabilidad por buena parte de nuestra estructura sacramental, actualmente está profundamente atascada.

Como dicen nuestros obispos en su también recién estrenado plan pastoral, son importantes, en palabras de Benedicto XVI en esto de la misión, los “preámbulos de la fe”, y la importancia de cuestionarnos si no estamos dedicando demasiado tiempo a las rutinas de siempre

Pues ánimo, par que las preguntas no dejen de formularse y los encuentros no dejen de celebrare. De ello, en parte, dependerá un discipulado ilusionado y una misión agradecida.



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