EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver.» Comentaron entonces algunos discípulos: - «¿Qué significa eso de "dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver", y eso de "me voy con el Padre"?» Y se preguntaban: - «¿Qué significa ese "poco";? No entendemos lo que dice.» Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: - «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: "Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver"? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.»
Juan 16 , 16-20
Estos textos, en
ocasiones sumamente críticos, no tienen más intención que revelar como el
proceso por el que aquella primitiva comunidad fue haciéndose a la idea de que
el testimonio era tan importante como el testigo, no fue fácil.
Efectivamente,
habiendo desaparecido el fundador del cristianismo, y dando por hecho la impronta,
el aire y el “Espíritu” que había grabado a fuego en los suyos, el proceso por
el que los “herederos” de esa memoria se hacen cargo del mensaje no fue fácil.
No fue un simple
traspaso de responsabilidades, ni la firma de un documento. Imagino que eso de
que “el discípulo no es más que su maestro”, debió sonarles a peligro. Por
tanto pasar del testigo al testimonio fue duro.
Un cierto sentimiento
de “orfandad espiritual” tendrían siempre, de ahí lo de “me veréis” y “no me
veréis”. Pero igualmente parece claro que triunfó la sensibilidad de aquellos
que quisieron intentarlo. Por eso “vuestra tristeza se convertirá en alegría”.
Más o menos lo
que nos pasa hoy. En muchos casos preferiríamos más que una religión una
superstición, puesto que en la superstición lo importante es el “mago” que
hace lo que yo le pido. En la religión, en la fe, lo que cuenta es el
testimonio, es decir, o lo hago yo y actuó yo en la memoria de quien prendió en
mi corazón, o no “hay nada que hacer”. Por eso decíamos ayer lo que decíamos…. al
final se trata de vivir.
Elijamos, o
religiosos…o supersticiosos. Difícil elección en tiempos de novenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu opinión.