martes, 24 de noviembre de 2015

MARTES DE LA SEMANA XXXIV. EL EVANGELIO DEL 24 DE NOVIEMBRE


EVANGELIO
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?» Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.» Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»

Lucas   21, 5-11
COMENTARIO

Da la sensación de que lo extraño, desde el punto de vista histórico, es el largo periodo de estabilidad de la fe al que llamamos “cristiandad”. Cuando nos referimos a él lo hacemos con la nostalgia de lo perdido. No pocos analistas de la religión consideran que ese periodo “tan floreciente” de la gran iglesia fue una ilusión. 

Podríamos afirmar que la “iglesia de la cristiandad” fue un periodo ilusoria “por encima de las posibilidades” que nos permitiría la lúcida y deseada evolución de la sociedad y del ser humano. 



El propio Jesús (o la primitiva comunidad cristiana), así parece reflejarlo en el evangelio de hoy. La crisis, la permanencia de la crisis, la crisis como actitud permanente… parce estar en el centro de la vida cristiana. Es como si la “estabilidad y la calma” no pertenecieran a la identidad cristiana. Lo propio de la identidad cristiana es “romper”, “cuestionar”, “destruir”: “esto que contempláis (el templo), llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”.


En la entraña del cristianismo podemos encontrar tres actitudes que siempre pertenecerán a la cotidianeidad de la fe y de la Iglesia; lógicamente, de una Iglesia que no consienta acomodarse sino que esté en permanente estado de crecimiento. Una iglesia que “está en el mundo” pero que “no es del mundo”.

Primera actitud: una iglesia crítica con los sucedáneos de la fe y de la religión“Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos”. En la iglesia siempre habrán oportunistas de todo tipo y estructuras posibilitadoras de esos oportunismos que nos prometa estar en “los primeros sitios”, “a la derecha o la izquierda” de los poderes de turno por un “plato de lentejas”. 

Hay "gentes eclesiales" obsesionados con la visibilización ("que se nos vea"). Pues yo creo que, sin miedo a perder ese tipo de visibilización social, hemos de estar lejos de las fotografías que nos sitúen a la derecha o a la izquierda de los “poderes de este mundo”. Lo nuestro es otro poder y otra visibilización social. La religión "modo escaparate" hay que dejarla para los "fariseos". 

Segunda actitud: una iglesia serena cuando oye “noticias de guerras y de revoluciones”. El sentimiento de que “vienen a por nosotros”, o de que hay una conspiración permanente para acabar con la iglesia, me parece que provoca en los cristianos normales un cansancio injustificado. En los “veintipocos” años que llevo de cura y los “treintaytantos” “ejerciendo de cristiano” con más o menos uso de razón de mi pertenencias eclesial, nunca me he sentido personalmente ni marginado por mi fe ni ninguneado por mis convicciones. También es verdad que nunca he perseguido ni imponerme a nadie ni salir en ninguna foto; no se si eso es acomodarme o contentarme con poco; pero si que tengo claro que el único objetivo personal del cristiano, y como miembro de la iglesia, no es otro más que intentar vivir con dignidad, dando sentido al entorno que habite.

Tercera actitud: una iglesia que se hace más iglesia cuanto más sepa convivir con sus diferencias y alteraciones, y encajar y criticar sus contradicciones: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»

No se quien decía que “donde todo el mundo piensa igual, nadie piensa nada”; por otra parte donde no hay crisis , no hay crecimiento. Por eso la Iglesia siempre tendrá que vérselas con la amenaza de su destrucción, pero “no pasa nada” o en palabras del maestro de Galilea “no tengáis pánico… el final no vendrá enseguida”.

Otro comentario sobre predicación y apocalíptica, podéis leerlo aquí.Y también pulsando en este punto rojo de más abajo.
http://iglesiadepozohondo.blogspot.com.es/2014/11/espectaculo-espectadores-o-simplemente.html

2 comentarios:

  1. Efectivavamente hay cristianos q todavia piensan q hay q figurar o luchar de manera constante contra las criticas de la iglesia,como si fueramos justicieros,esa no es la verdadera labor ni la voluntad de Dios, nuestra tarea esta en nuestros propios actos de cada dia,no lo q pensamos,sino lo q HACEMOS, porq la Iglesia a mi entender no es un edificio de piedra en el q me reuno y celebro los sacramentos, la Iglesia somos todos y cada uno de nosotros en nuestras actitudes en nuestra vida ante los probkemas q se presentan,mostrando generosidad y compresion con los incompredidos,los deshuciados,lors refugiados y un largo ecetera,hay se demuestra q la iglesia esta viva,por mucho q vengan a decirnos q la IGlesia dsta condenada a desaparecer,antes me enzarzaba en un debate constante contra todos aquellos q venian a decirme si la iglesia tal y cual...ahora simplemente me remito a escucharles y seguir mi camino,porq yo se la verdad!! La verdad en cuanto como debe comportarse un cristiano y no juzgo ni me lamento contra todos aquellos q entan integrados en la iglesia...porque llegara el dia qtengan q rendir cuentas y no en este mundo...como decia el comentario,esta iglesia no es de este mundo!

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  2. Efectivavamente hay cristianos q todavia piensan q hay q figurar o luchar de manera constante contra las criticas de la iglesia,como si fueramos justicieros,esa no es la verdadera labor ni la voluntad de Dios, nuestra tarea esta en nuestros propios actos de cada dia,no lo q pensamos,sino lo q HACEMOS, porq la Iglesia a mi entender no es un edificio de piedra en el q me reuno y celebro los sacramentos, la Iglesia somos todos y cada uno de nosotros en nuestras actitudes en nuestra vida ante los probkemas q se presentan,mostrando generosidad y compresion con los incompredidos,los deshuciados,lors refugiados y un largo ecetera,hay se demuestra q la iglesia esta viva,por mucho q vengan a decirnos q la IGlesia dsta condenada a desaparecer,antes me enzarzaba en un debate constante contra todos aquellos q venian a decirme si la iglesia tal y cual...ahora simplemente me remito a escucharles y seguir mi camino,porq yo se la verdad!! La verdad en cuanto como debe comportarse un cristiano y no juzgo ni me lamento contra todos aquellos q entan integrados en la iglesia...porque llegara el dia qtengan q rendir cuentas y no en este mundo...como decia el comentario,esta iglesia no es de este mundo!

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