jueves, 26 de noviembre de 2015

JUEVES DE LA SEMANA XXXIV. EL EVANGELIO DEL 26 DE NOVIEMBRE


EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Porque habrá angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo. Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora. Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.»

Lucas   21, 20-28
COMENTARIO



Seguimos con el lenguaje apocalíptico propio de este tiempo previo al Adviento y a la Navidad. Como ya
decíamos el otro día se trata una sensibilidad muy característica de la sociedad en la que nace y hace su vida Jesús. Un tiempo apocalíptico, al menos políticamente, también el que estamos viviendo estos últimos meses, porque cada día, cada noticia, parece abocarnos a un final que no acaba de llegar (ni llegará, tranquilos –digo yo-)



Pero el mensaje fundamental del evangelio de hoy, dicho en palabras sencillas, nada tiene de pesimista. Al revés, parece ser una clara expresión de realismo esperanzado. Es como si Jesús dijera: no os pongáis nerviosos, porque de la máxima desdicha surgirá la dicha; del máximo fracaso, el triunfo; de la máxima podredumbre, el fruto deseado; de la muerte , la vida, de la corupciónm la pureza. ¿Hace falta fe para eso? . O al menos, confianza, un poquito de confianza.


El ser humano tiene una especial capacidad para determinar (configurar) la realidad. Si un día lo vemos todo negro contagiamos a los de alrededor de ese pesimismo, y además las cosas, decididamente, no nos saldrán. 

El texto de hoy es una llamada a pensar de modo alternativo. Jesús no consentía que triunfara la espiral de pesimismo del que a veces nos rodeamos las personas.

Hace falta gente que rompa estas espirales de esterilidad: expresiosnes tales como “todo está muy mal”, “qué va ser de nosotros”, “no se puede hacer nada”; todo eso beneficia a los que pronuncian esas frases, bien para legitimar su manera de pensar o bien para no hacer nada. Jesús cuestiona el "sistema" de la continua queja estéril y apuesta por el "sistema" de las soluciones concretas, locales y, en ocasiones, simplemente puntuales.

Hace falta gente que rompa estos discursos con imaginación realista y comprometedora. 

Más comentarios sobre la apocalíptica judía, podéis leerlo aquí.Y también pulsando en este punto rojo de más abajo.
http://iglesiadepozohondo.blogspot.com.es/2014/11/espectaculo-espectadores-o-simplemente.html

3 comentarios:

  1. En mi opinión y siguiendo un poco el evangelio de ayer y hoy, en una sociedad pluralista como la nuestra más que ponderar la belleza del templo de piedra, es preciso presentar la belleza del conjunto cristiano.y tener un contacto "vivo" con el evangelio y una "puesta al día" en el servicio al mundo.
    Nuestras actitudes dicen mucho de nuestros actos. No me extraña que Jesús cuestione el sistema. Una actitud negativa, pesimista, de queja estéril, a menudo fundada en el miedo, con aire de negatividad y,superficialidad...lleva al cristiano a generar y provocar "actos negativos" a vivir un cristianismo desde mínimos con una postura hipócrita, individualista y farisea.
    La actitud del cristiano debe caracterizarse por la ALEGRÍA y la GRATITUD.
    Y hoy que todo debe ser rentable, los testigos de la "gratuidad del amor" se vuelven de una urgente y vital actualidad. El vagabundo, el comprometido, los pregoneros de la Buena Nueva...son tan necesarios como el científico, el astronauta, el físico...
    Por lo tanto, intentemos romper esas barreras estériles que tanto daño hacen.
    Gracias.

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  2. La verdad como siempre es que da en el clavo ¡Cuanto optimismo hace falta hoy día! Cada vez veo mas claro que la alegría es contagiosa y arrastra. Pero la alegría fundada en la verdad, en el Evangelio, con la confianza puesta en Dios y la sonrisa en la cara

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  3. Cierto es q los acontecimientos q imperan hoy en dia estan abocados a un cierto pesimismo,pero tal vez esa sea la verdadera clave o astucia de quienes los perpetran, para dejarnos abatidos y desconsolados regocijandonos en nuestro dolor y no hacer nada,hay pobre de ellos,como bien dice el evangelio,no sereis vosotros quienes os adueñeis de este mundo ni del q está por venir,nosotros los cristianos o no cristianos compremetidos tenemos q seguir devolviendo bien por mal y salir y curar nuestras heridas para q otros "vean" y contagiemos asi a la humanidad y hacer posible q la paz y la justicia sea real y efectiva,no importa cuantas veces nos ataquen o humillen debemos seguir mateniendonos en "pie"

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