jueves, 10 de septiembre de 2015

JUEVES DE LA SEMANA XXIII. EL EVANGELIO DEL 10 DE SEPTIEMBRE


EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.» 


Lucas 6, 27-38
COMENTARIO

Hoy casi que me vuelvo a "auto-retro-versionar". No hay tiempo para más. Ciertamente, Jesús "inventa" un nuevo atributo de Dios. Cuanto a su "ser" omnipotente, omnisciente....bla bla bla, el Dios de Jesús o el Jesús "de Dios" es el "Desmesurado"

Desmesura es, efectivamente, “dar la capa” incluso a quien te ha quitado la túnica. Desmesura es “acompañar dos millas” a quien te pidió sólo compañía para una. Dos imágenes en este caso que pretenden superar “el ojo por ojo y diente por diente”, en sí mismo, una opción que no es injusta, pero que puede resultar ineficaz a la hora de la reconciliación.

No me preguntéis la razón de mi argumento, pero siempre he pensado que en ocasiones, sólo la des-mesura transforma el corazón del otro. “Dar también la capa” a quien te “quitó” la túnica puede ser, en ocasiones, la única manera de hacer “recapacitar” a quien te afrentó. Bofetada por bofetada (en el sentido amplio de la palabra) te desahoga, pero no transforma el corazón del agresor; en todo caso lo hace “conocedor” del peligro que tiene, pero no le “convence” del sin sentido de su acción.


De todas formas, esto de “poner la otra mejilla”, según dicen los estudiosos del judaísmo, tiene otra posible interpretación desde la antropología cultural.  ”Poner la otra mejilla” no es un signo de debilidad o “conformismo resignado”, más bien se trata de una cuestión de “dignidad”. Como se trata de una explicación de tipo técnico, la coloco en un “post; diferente.

En resumen, para Jesus, “cumplir hasta la última tilde de la Ley” no es sólo ser un buen ciudadano, o simplemente “quedar bien”, es sobre todo, intentar “transformar el corazón de quien te agredió” porque su “salud” te interesa.

Si queréis leer la explicación "técnica" desde la antropología cultural del mundo judío, podéis

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