Un hombre recorrió medio mundo para
comprobar por sí mismo la extraordinaria fama de que gozaba el Maestro.
“¿Qué milagros ha realizado tu Maestro?”,
le preguntó a un discípulo.
“Bueno, verás…, hay milagros y milagros. En
tu país se considera un milagro el que Dios haga la voluntad de alguien. Entre
nosotros se considera un milagro el que alguien haga la voluntad de Dios”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu opinión.