El mulá Nasrudín iba vestido con una túnica
harapienta y sucia. El gobernante lo increpó:
- "¿Cómo te atreves a presentarte ante
mí en ese estado de suciedad? ¿Es que no te da vergüenza?"
- "Siempre estoy relativamente
limpio", contestó Nasrudín. "En mi alforja guardo otra túnica y me la
pondré cuando la que visto ahora esté más sucia que ésta."
- "Pero ¿cuándo las lavas?"
- "Nunca.
Cada vez que la túnica que estoy usando está más sucia que la llevo en mi
alforja, me la cambio. ¡Siempre estoy relativamente limpio!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu opinión.