Había una vez un cantero que
todos los días se dirigía a trabajar en la montaña cortando piedras de la roca,
para con ellas fabricar pilas, murales, capiteles umbrales. A pesar de que su
trabajo era muy fuerte, sus ingresos por el contrario eran escasos y apenas le
alcanzaban para la manutención de su familia, pero era feliz con ello, con eso
se sentía satisfecho y no tenia otras ambiciones materiales, sino tan solo la
de poder dar a su familia lo necesario para ser felices.
Cierta vez el cantero fue llamado
por un hombre rico para que trabajase para él en su mansión. Por primera vez al
mirar la hermosura de la casa y todas las riquezas de aquel hombre, sintió
cierta envidia y se lamento por primera vez por la vida que llevaba.
- Si yo fuera rico, no tendría
que estar trabajando tan duro en la cantera cortando piedra durante todo el
día- se dijo lamentándose amargamente.
Un genio que escucho su deseo, al
ver que era un hombre bueno acepto complacerlo y entonces le dijo.
- Tu deseo será complacido, desde
hoy serás un hombre rico.
El cantero se volvió rico, olvido
su vida anterior y se dedicó a disfrutar de sus riquezas.
El verano de aquel año fue el más
cálido que se había vivido en el pueblo, los rayos del sol caían con mucha
fuerza sobre la tierra, hubo por ello una enorme sequía. El picapedrero rico
dijo entonces lamentándose
- El sol es más poderoso que yo,
como no quisiera ser sol.
El buen genio que le había
escuchado hizo realidad su nuevo deseo y lo convirtió en sol.
El ex picapedrero rico convertido
en sol, empezó a mandar sus calurosos rayos sobre la tierra, pero de pronto una
nube se interpuso en su camino, impidiendo que sus rayos llegaran a la tierra.
- ¿Cómo puede una nube ser más
poderosa que el sol? Quiero entonces ser nube.
Convertido en nube, quiso mostrar
su poder, entonces hizo llover tan torrencialmente, que la lluvia destruía todo
a su paso, todo, menos una empinada roca que no se inmutaba con la tormenta y
permanecía indiferente a la furia de la nube.
- ¿Cómo es esto?. Esa roca es más
fuerte que la nube. Quiero ser roca, pidió el picapedrero.
El genio bueno, volvió igual que
las anteriores ocasiones a concederle su deseo y lo transformó en roca.
Un día que la roca estaba
orgullosa de su poder, un hombrecito sencillo que trabajaba de picapedrero llegó
hasta la roca y comenzó a demoler la base y a despedazarla.
- Como es posible que este
humilde picapedrero sea más poderoso que la roca. Quiero ser picapedrero.
Entonces el hombre volvió a ser el humilde picapedrero y entendió que no
debía buscar ser lo que no era, sino que en aquello que era, debía buscar su
felicidad y no envidiar a nadie y volvió a sentirse orgulloso de sí mismo y de
lo importante que era su trabajo.
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