...Y OTRA ROSA
Un mercader árabe que iba al
mercado para hacer sus negocios, se encontró a las puertas de la ciudad, con un
pordiosero vestido con harapos y en sus ojos se veía que le acosaba el hambre.
El mercader sintió lastima por el mendigo, se acercó para ayudarle y le regaló
dos monedas de plata, mientras le decía:
- Toma buen hombre estas dos
monedas, espero que las emplees con sabiduría.
Llegada la tarde, cuando el
mercader se disponía a abandonar la ciudad, volvió a encontrase con el
pordiosero, y le preguntó.
- Dime, que has hecho con las dos
monedas que te regale, espero que las hayas utilizado con buen juicio.
El pordiosero le respondió
sonriendo.
– Si mi señor, nos os preocupéis, que he sabido invertir el dinero con
sabiduría. Con la una moneda me he comprado pan para tener con que vivir; con
la otra, me he comprado una hermosa rosa, para tener porque vivir.
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