viernes, 20 de marzo de 2015

EL SANTO DEL 20 DE MARZO

SAN CUTBERTO


Hoy celebran su onomástica quienes tengan por santo a:
San Arquipo, San Urbicio, San Martín de Braga, San Cutberto, San Vulframmo y San Nicetas.
Destacamos a:
San Cutberto
Nos situamos a mediados del siglo VII. No sabemos muy bien si era escocés o irlandés. En torno a los ocho años un día, en medio de sus juegos, un chico se echó a llorar exclamando: «¡Oh, Cutberto! ¿Cómo puedes perder el tiempo en juegos inútiles, tú, a quien Dios ha escogido para ser sacerdote y obispo?» Estas palabras hicieron una impresión tan profunda en su alma que, desde aquel momento, empezó a comportarse con una madurez impropia de sus años y comenzó a prepararse para el sacerdocio. Estuvo en varios conventos.

Y cuenta su leyenda que el era el encargado de atender a los que buscaran refugio en el monasterio. Leemos que en una fría mañana de invierno, al entrar al cuarto de huéspedes, encontró a un extranjero instalado ahí; de acuerdo con la costumbre, trajo agua, lavó las manos y los pies del visitante y le ofreció de comer. El huésped declinó el ofrecimiento cortésmente, diciendo que no podía esperar porque la casa a la que se dirigía con cierta prisa, estaba distante todavía. Cutberto, sin embargo, insistió y salió para conseguir algo de alimento. A su vuelta, encontró la celda vacía; por sobre la mesa había tres hogazas de pan de singular blancura y excelencia. No había huellas sobre la nieve que rodeaba la abadía, y san Cutberto tuvo la seguridad de que había hospedado a un ángel.

Se cuenta también que de madrugada le gustaba ir a la playa y meterse en el agua hasta el cuello y que un día, habiéndose lastimado los pies, dos nutrias que siguieron al santo sobre las rocas y lamieron sus entumecidos pies y los sacaron con sus pieles hasta devolverle el calor.

En cualquer caso si que es claro que Cutberto fue un niño muy precoz, por eso, así fue de mayor. Por cierto, ¿sabes lo que decía el gran filósofo Nietzsche de los niños...
“La madurez del hombre es haberse reencontrado, de grande, con la seriedad que de niño tenía al jugar.”