© ONDA CERO.HEMEROTECA (2012). El Santoral de Genestal
Hoy celebran su onomástica quienes tengan por santo a:
San Hilario de Poitiers, San Remingio de Reims, San Agricio de Tréveris, San Hildemar Y Santa Verónica de Binasco
Destacamos a:
Santa Verónica de Binasco
La verdad es que hoy podríamos destacar pequeñas historias de cada uno de los que hemos nombrado; San Agricio custodió un clavo y la túnica de Cristo y la dejó en la Catedral de Tréveris, y allí se encuentran todavía en la actualidad junto a un cuchillo utilizado en la última Cena y San Hildemar que convivió durante algún tiempo con bandoleros parea poder evangelizarlos y combatirlos.
Pero, desde luego, lo más creativo fue lo de Santa Verónica de Binasco cuya historia se remonta al siglo XV. Era monja agustina, campesina y analfabeta...pero...siendo analfabeta, escribió un libro que le sirvió para evangelizar a todos los campesinos del entorno en el que estaba ubicado el convento.
Y no... no pienses que ella dictaba el libro. Santa Verónica se inventó un alfabeto con colores; a cada color daba un significado y así componía frases sencillas en las paredes del convento y en los árboles del entorno que servían a los campesinos para comprender el evangelio y poder recordarlo cada vez que querían rezar.
Desde luego, el arco iris se quedaría en mantillas al lado de un libro de Santa Verónica.
Todo un elogio de creatividad
Pero, desde luego, lo más creativo fue lo de Santa Verónica de Binasco cuya historia se remonta al siglo XV. Era monja agustina, campesina y analfabeta...pero...siendo analfabeta, escribió un libro que le sirvió para evangelizar a todos los campesinos del entorno en el que estaba ubicado el convento.
Y no... no pienses que ella dictaba el libro. Santa Verónica se inventó un alfabeto con colores; a cada color daba un significado y así componía frases sencillas en las paredes del convento y en los árboles del entorno que servían a los campesinos para comprender el evangelio y poder recordarlo cada vez que querían rezar.
Desde luego, el arco iris se quedaría en mantillas al lado de un libro de Santa Verónica.
Todo un elogio de creatividad
Por cierto, tal creatividad exigiría una fuente de colores tremenda, ella dice que los colores se los proporcionaba Dios pero yo creo más bien que se adelantó a Einstein cuando decía
“El secreto de la creatividad es saber como ocultar las fuentes.”
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