| Caravaggio |
Y también:
San García, Santa Jucunda, San Mercurio y San Fintano
Y destacamos a:
Santa Catalina
Catalina se enfrentó con el césar Maximino que
no paraba de perseguir y martirizar a los cristianos.
Sin duda, Catalina puso en evidencia con argumentos claros
de sana filosofía la falsedad de lo ídolos inconsistentes de Maximino. Sin duda también le
echó en cara la injusticia manifiesta de sus crímenes absurdos.
Maximino escuchaba sin palabras la elocuencia
concentrada de Catalina, que predicaba con estilo sobre la verdad única del único
cristianismo.
Y le dijo Maximino
"Me gustaría ver cómo te defiendes ante los
sabios imperiales."
Catalina estaba preparada para el combate y acepta
imperturbable el reto del césar.
Uno a uno,
derrota a los cincuenta filósofos de la corte y deshace sus sofismas.
Y lo más curioso, ellos, más elocuentes que su
señor, se rinden a la evidencia luminosa de las pruebas irrefutables que
presenta Catalina y se convierten unánimes al cristianismo.
No se cumple en esta historia lo que decía Rousseau:
“Casi todos prefieren la mentira por ellos
descubierta a la verdad encontrada por otros”
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