"... Pero no me avergüenzo de haber exagerado, pues no concibo el amor sin exageración. Más aún: lamento no haber sido más exagerado, convencido como estoy de que sólo las vidas exageradas son dignas de vivirse y contarse"
P. D'Ors,
El olvido si, Valencia, 2007,
p.166
