martes, 4 de marzo de 2014

EL EVANGELIO DEL MARTES

MARTES, 4 DE MARZO


VIII SEMANA



EVANGELIO
En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora en el presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros»
Mc 10, 28-31 

COMENTARIO

No me imagino yo a Jesús pronunciando estas palabras y soportando la "salida de tono" de Pedro poniéndose de ejemplo de generosidad. Tengo la sensación de que la comunidad de Marcos, desde luego inspirados por la memoria de Jesús, y a sabiendas del resultado incierto que estaba teniendo la predicación de su mensaje tras el acontecimiento de la cruz, intenta darse a sí misma un golpe de ánimo para vivir la entusiasmante tarea del maestro con ánimo.

Esta lección cuesta encajarla en nuestro momento cultural. En el fondo, cuesta asumir que realmente, a mayor fidelidad evangélica, menor lugar en la escala de influencia social. Esto de que muchos últimos serán primeros esta bien como utopía literaria del reino, pero en cuanto institucionalmente nos "tocan" un peldaño, reclamamos con ahínco lo que creemos "merecer".

¿Dónde queda la dicha de ser últimos porque sólo desde ahí experimentaremos la agridulce memoria del Galileo?
Agradecemos el comentario a Mara Diego Andrés