martes, 10 de diciembre de 2013

SÓLO 1 MINUTO, 10 DE DICIEMBRE

¿HABLAR POR HABLAR?





Se explica la anécdota de que una madre llevó a su hijo de seis años a casa de Mahatma Gandhi.
Ella le suplicó:
- Se lo ruego, Mahatma, dígale a mi hijo que no coma más azúcar.
- Es diabético y arriesga su vida haciéndolo.
- A mí ya no me hace caso y sufro por él.
Gandhi reflexionó y dijo:
- Lo siento señora.
- Ahora no puedo hacerlo.
- Traiga a su hijo dentro de quince días.
Sorprendido la mujer le dio las gracias y le prometió que haría lo que le había pedido. Quince días después, volvió con su hijo. Ghandi miró al muchacho a los ojos creando una gran conexión y le dijo:
- Chico, deje de comer azúcar.
Agradecida, pero extrañada, la madre preguntó:
- ¿Por qué me pidió que lo trajera dos semanas después?
- Podía haberle dicho lo mismo la primera vez que vino.
Gandhi respondió:
- Hace quince días, yo comía azúcar.

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