EL LOBO Y LA GRULLA
Un lobo
que comía un hueso, se le atragantó el hueso en la garganta.
Corría
aullando por todas partes en busca de auxilio.
Encontró a
una grulla y le pidió que le salvara de aquella situación, y que enseguida le
pagaría por ello. La grulla aceptó e introdujo su cabeza en la boca del lobo,
sacando de la garganta el hueso atravesado. En seguida la grulla pidió al lobo
la paga convenida.
- Oye amiga
– dijo el lobo –
- ¿No crees que es suficiente paga con haber sacado tu cabeza
sana y salva de mi boca?
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