UNA "JUSTA" AUTOESTIMA
El niño de un pueblecito griego tenía que ir a la escuela de un pueblo vecino, a una hora de camino a pie. Su madre le llevo el primer día de clases y para llegar a tiempo salieron de su casa al amanecer. Cuando habían recorrido apenas 300 metros, el niño olvidó el propósito de aquella excursión y quedo abstraído ante su propia sombra, q hacía q el niño se sintiera un gigante de 30 metros de altura. De pronto, la madre se detuvo y mirándole directamente a los ojos le aconsejó: No contemples tu sombra al amanecer, hijo... mírala sólo al mediodía.
Una forma muy hermosa que tiene una madre para enseñar a su hijo la virtud de la humildad.Podemos recordar lo que decía San Agustín, que viene al cuento:"Para hacerse grande,hay que comenzar por hacerse pequeño".
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