lunes, 26 de mayo de 2025

EVANGELIO DEL LUNES 26 DE MAYO. SEMANA 6 DEL TIEMPO DE PASCUA.


EVANGELIO


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no os tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»
Juan   15, 26-16, 4

COMENTARIO

domingo, 25 de mayo de 2025

EVANGELIO DEL DOMINGO 25 DE MAYO. SEMANA 6 DEL TIEMPO DE PASCUA.



EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
–El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos morada en él.

El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
La Paz os dejo, mi Paz os doy: No os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: 
«Me voy y vuelvo a vuestro lado.» Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.

Juan   14, 23-29

viernes, 23 de mayo de 2025

EVANGELIO DEL VIERNES 7 DE MAYO. SEMANA 5 DEL TIEMPO DE PASCUA

 

EVANGELIO
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido; y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros.

Juan   15, 9-17

martes, 20 de mayo de 2025

EVANGELIO DEL MARTES 20 DE MAYO. SEMANA 5 DEL TIEMPO DE PASCUA.


EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mi, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que lo que el Padre me manda yo lo hago. Levantaos, vámonos de aquí.»
Juan 14, 27-31

COMENTARIO

El saludo, para los antiguos pueblos orientales, era como un pacto de formula breve. Al encontrarse dos personas judías se decían “Shalom”, que significaba paz; una paz integral que engloba multitud de deseos positivos. 

En el evangelio de hoy leemos cómo Jesús saluda a sus discípulos. Pero más que un saludo es un deseo, un proyecto de vida, un anhelo de serenidad. Jesús, ciertamente, tenía conciencia de que en algún momento él no estaría, y que por lo tanto, la comunidad tendría que “vérselas” con el mundo desde su ausencia. 

De aquí en adelante observaremos cómo hay una tensión que vertebra todo el evangelio de Juan: la tensión entre presencia-ausencia. “Estoy-no estaré; me veis-no me veréis; me voy-volveré”. No es fácil entender esta “manera de hablar”,  y menos al pie de la letra. 

En cualquier caso, nosotros podemos experimentar una "tensión" parecida en nuestros días. Nuestra fe siempre es una "fe tensionada".

Nos “gusta(ría)” creer pero nos “cuesta” creer; sentimos que “algo(uien)” tiene que haber, pero nos invade el vacío y el vértigo por su ausencia….

Si algo caracteriza a nuestra experiencia religiosa es la tensión. Creo que Jesús era consciente del sentimiento de “orfandad espiritual” con el que iba a dejar a aquella primitiva comunidad. Otra cosa es cómo lo viviera él. 

Lo que si que está claro es que Jesús deseaba para esta vivencia tensional de la fe, paz, serenidad, ausencia de enfrentamiento, concordia… Y también convicción y firmeza (“que no tiemble vuestro corazón y se acobarde”). Y él fue el primer creyente de esas manera de vivir: en el prendimiento calma, en la cruz reza, y tras las apariciones serena.

“Shalom”: vivir en paz, poner paz, hacer la paz.