lunes, 26 de febrero de 2024

EVANGELIO DEL LUNES 16 DE FEBRERO. SEMANA 2 DEL TIEMPO DE CUARESMA



EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros."
Lucas 6, 36-38

COMENTARIO

En el origen de esta episodio evangélico de hoy probablemente esté el cansancio que tenía Jesus de un judaísmo que se había olvidado de sus orígenes, y que se había convertido en un código de conducta moralizante. 

 

Vendría a pensar Jesús que la religión no consiste principalmente en definir qué es lo bueno y qué es lo malo. Lo propio de la religión es la compasión, es decir, que te duela el mal del otro y que te cueste vivir si no pones algo de tu parte para paliarlo.

 

Esa compasión, atributo de Dios y tarjeta de presentación del mismo, está en el origen de la religión judía. Pues bien, con el texto del evangelio de hoy, Jesús vendría a decirle a sus discípulos que no vuelvan a pervertir el judaísmo y a convertir en normas frías el deseo compasivo de Dios.

 

Cuando traemos el texto al hoy de nuestra vida no podemos entenderlo como una versión bíblica del postmoderno "vive y deja vivir". No... no es eso. La frase que da fuerza al texto es "se compasivo como Dios es compasivo". Mira a los demás con el deseo de facilitarles la vida. Que lo primero, en tu relación con los demás, no sea el juicio que advierte y la condena que sanciona. Más bien, que tu primera acción sea caminar con él ("dad... y se os dará").

 

El objetivo es comunicar la experiencia de un Dios cuya tarjeta de identidad es la entrega sin medida, la generosidad desmesurada. Porque sólo así, Dios podrá ser reconocido como tal.

 

Evangelizar en (y la) sociedad actual ha de conllevar la tarea de hacer presentable y digna la religión cristiana. Y este hecho pasa por realizar un anuncio tal que revele más acogida y comprensión que juicio, porque al cristianismo primitivo la arrogancia y el engreimiento siempre le supo a blasfemo (Primera carta del Papa Clemente a los Corintios).  

  



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu opinión.