EVANGELIO
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: -«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios." Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo. »
Lucas 10, 1-12
"Mirad que os mando como corderos en medio de lobos"
Hay un santo importantísimo, San Juan Crisóstomo (¡quién pillara su finura intelectual y espiritual en estos tiempos institucionalmente decadentes!) que afirmaba:
"si tú no vas como cordero, si vas como lobo entre los lobos, el Señor no te protege: ...esto pasa cuando el predicador se cree demasiado inteligente... y se hace el astuto..... Entonces dice ¡Ah, yo puedo con esta gente!», entonces «terminará mal», o negociará la Palabra de Dios: con los poderosos, con los soberbios...."
"si tú no vas como cordero, si vas como lobo entre los lobos, el Señor no te protege: ...esto pasa cuando el predicador se cree demasiado inteligente... y se hace el astuto..... Entonces dice ¡Ah, yo puedo con esta gente!», entonces «terminará mal», o negociará la Palabra de Dios: con los poderosos, con los soberbios...."
Simplemente genial.
Muchas veces olvidamos que nuestro anuncio ha de ser "como el cordero". Pero no pocas veces ocurre que el discurso dominante en las nuevas estrategias evangelizadores se sabe de memoria que nuestro mundo secularizado y laico es "como el lobo", y entonces aparece la tentación de "ser como ellos".
Pero el creyente nunca ha de perder la "estrategia del cordero": calma, serenidad, confianza, gratitud. Y esas "virtudes" han de tenerse siempre, independientemente de quien tengas enfrente.
Muchos "primeros anuncios" envalentonados de hoy, han olvidado esta dimensión "pastoril" de la fe; han cambiado, la mirada adoradora del otro por la mirada torva. Y así nos va.
Como dijo aquel, sólo cuando miremos el rostro del otro y reconozcamos en él a un hermano, se habrá hecho de día y se habrá olvidado nuestra noche.
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