jueves, 23 de enero de 2020

EVANGELIO DEL JUEVES 23 DE ENERO. SEMANA 3ª DEL TIEMPO ORDINARIO.



EVANGELIO

En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: «Tú eres el Hijo de Dios.» Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.

Marcos 3, 7-12
COMENTARIO


En algún que otro lugar hemos hablado de la geo-estrategia de Jesús. Este texto es expresivo de esta opción evangelizadora de la primera comunidad. 

Las ciudades que nos presenta Marcos son lugares judíos y paganos indistintamente. Un judío normal, sin embargo, no transitaría por ciudades paganas. Y es que para Jesús no hay judío ni pagano; hay sólo personas. Y si además son personas que sufren con más razón todavía, porque el dolor no tiene ideología ni religión.

Hace unos años se puso de moda en determinados círculos eclesiales la palabra "neo-paganismo". Con ella se designaba todas aquellas prácticas vitales de todo tipo contrarias al cristianismo. Ciertamente no fue un concepto feliz, porque, sin querer, volvíamos a establecer fronteras. En este caso, la "paganía" no venía determinada por la tierra sino por las maneras de pensar.

Hoy el cristianismo ha decidido ¡¡¡desde sus más altas jerarquías pontificias francisquistas!!! paganizarse y salir a los "pagos", es decir a la periferias existenciales (como el Papa las llama), es decir a los mundos paganos y extra-cristianos del siglo XXI. Espero que a ningún maestro espiritual postmoderno se le ocurra empezar a moralizar sobre paganismos buenos y paganismos malos. En todo caso, que lea un poco de historia, sobre todo sobre los orígenes del cristianismo.

Pagano era todo aquello que iba quedando al margen de la religión oficializada que fue siendo el cristianismo. Y quedaba al margen porque, o bien consideraban su no-compatibilidad, o bien porque en justa lógica, no todo el mundo puede pensar y sentir igual.

En la acción evangelizadora de hoy deberíamos aprender a ser "transversales" y no marcar tanto la diferencia entre  lo divino y lo humano, el pecado y la gracia, los de "dentro" y los de "fuera"...., el hombre y la mujer, la jerarquía y el laicado...

El futuro del cristianismo periférico, si quiere serlo de verdad, tiene que des-centrarse, des-dogmatizarse y des-institucionalizarse.



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