jueves, 15 de febrero de 2018

POR UNA CUARESMA DE SENSACIONES... (1 Y 2). EL EVANGELIO DEL 15 DE FEBRERO



EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»
Y, dirigiéndose a todos, dijo: «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?»
Lucas   9, 22-25

COMENTARIO

Desde ayer y hasta el sábado, inmediatamente antes del primer domingo de cuaresma, la Palabra nos zarandea. Para quien tenga prisa existencial le bastarán estos cuatro días para vivir una intensa cuaresma. Yo reconozco que cuarenta días, ya me cansa. Quizás por eso me apunte a esta "cuaresma de 4"

El evangelio de ayer, intenso pero elementalmente simple, venía a advertir de la importancia de "cuidar el interior". La ceniza, más allá de su significación religiosa y litúrgica, viene a significar que de vez en cuando es bueno a avisar a los demás de que estamos de "restauración interior". Todos y todas (y aquí hay que remarcar el género) hemos aprendido,  ¡y de qué manera!, a maquillar nuestros exteriores. Por tanto, el mensaje de ayer: ¡cuida tu interior!

Y el mensaje de hoy. ¡Atrévete a vaciarte!, a perder lo que consideras en propiedad. Que no te importe el vacío de sentirte sin nada. Bucea en esa sensación. Para los que vivimos con más o menos seguridades, esta experiencia quizás sea un juego o un "ejercicio espiritual" (como se decía antes); pero en cualquier caso, vive esa experiencia aunque sólo sea por unos instantes.

Siente que eres prescindible, porque aunque un día no te levantes el mundo va a seguir funcionando; siente que tus palabras no son “la últimas palabra”; siente que aunque te veas “todo”...pudieras ser "nada". Ganarás en libertad y quien sabe si en transparencia y autenticidad.

A veces puedes vivir con la ilusión de que el mundo real está bajo tus pies. O dicho con otras palabras, no pocas veces vivimos con la pretensión de que sólo existe un camino, el tuyo; pero por mi ciertos que sean tus pasos, eso es un engaño óptico. Hay más caminos. 

Así entiendo yo la frase de Jesús: ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?. O lo que es lo mismo, te perjudicas a ti mismo cuando te conviertes en el único absoluto, en el embudo por el que ha de pasar toda la gente que te rodea.

Atrévete a hacer “puenting espiritual”, y vive la sensación de tener el camino no bajo tus pies, sino sobre tu cabeza; siente que la vida no depende de tus pasos, sino que tu dependes de la vida, de los otros que van contigo. Entonces ....habrás ganado tu vida...en el juego de perderla.

Moralmente es absurdo negarse a si mismo, ¿que necesidad? Pero aquí Jesús no hablaba de moralidad, hablaba de sensaciones. Te crees lleno...pero atrévete a sentir el vacío. En una sociedad de sensaciones, con la nuestra, ¿por qué no intentarlo?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu opinión.