lunes, 19 de febrero de 2018

LUNES DE LA SEMANA 1ª DEL TIEMPO DE CUARESMA. EL EVANGELIO DEL 19 DE FEBRERO

EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas, de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme."
Entonces los justos le contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?"
Y el rey les dirá:
"Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis."
Y entonces dirá a los de su izquierda:
"Apartaos de mí, malditos, id al fue o eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis."
Entonces también éstos contestarán:
"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"
Y él replicará:
"Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo."

Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»

Mateo   25, 31-46

COMENTARIO

….¿tanto para eso? ¿Tantos años de sumas teológicas, de universidades cristianas, de diálogos entre religiones; tanta sofisticación en la búsqueda de una necesaria eficacia en el gobierno de la iglesia; tanta cultura, arte, clase de religión; tanto, tanto, tanto, sólo para decir que al final nos lo jugamos todo en un vaso de agua fresca, un bocata, un jersey o el regalo de unos ratos de agradable compañía? ¿Pero será posible que la religión sea sólo eso?

Yo no se si les gusta el fútbol. Ya se que es un mezquino juego que con la colaboración de muchos permite el enriquecimiento de unos pocos…. Vamos... poco más o menos que lo que estamos criticando todos los días. Pero bueno, se trata del fútbol. 

Pero hay algo que, como juego, dignifica al fútbol. Y es la regla del “fuera de juego”. Me parece genial. En el fondo se trata de que para ganar “tienes” que jugar bien pero “tienen” que dejarte jugar. Cabe la posibilidad de que corras más que nadie, llegues el primero, introduzcas el balón en la portería, pero un colega con una banderita levantada te avise de que nada valió, porque quien iba a ser tu víctima, se convirtió en tu juez. Hasta para ganar tienes que ser “solidario”–aprendemos del fútbol-.


Perdonen la digresión, pero tiene mucho que ver con el evangelio de hoy. Se trata de que tu no puedes salvarte… otro te salva. En el evangelio de hoy te salva el hambriento, el sediento, el desnudo, el forastero, el preso. Asi de paradójico. 

Este texto da la vuelta radicalmente a la ética y a la teología judía. 
A los que el judaísmo declaraba impuros se convierten para Jesús en los que hacen pura tu vida. 

Los excluidos del sistema son los únicos que te pueden “incluir en el sistema”: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo."
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.»


Al final la propuesta de Jesús invita a afinar nuestros elementales sentidos, y sobre todo, el sentido común…. el sentido común para poder pensar que cada instante es decisivo, y que la decisión acertada en la vida es directamente proporcional a nuestra capacidad para llenar de humanidad nuestra historia cotidiana. 

Porque, efectivamente,  más allá de las 
apariencias externas, nuestra vida habría sido lograda o frustrada, sólo si nuestras decisiones en el presente de la vida han llenado de justa cordura nuestra relación con los demás.

El Santo de hoy, San Conrado, y su deseo de enmendar una equivocación, es un buen ejemplo (en la lógica de aquellos tiempos), de decidir adecuadamente en el presente. Para escuchar, pulsad aquí 🆙
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