viernes, 2 de diciembre de 2016

VIERNES DE LA I SEMANA DEL TIEMPO DE ADVIENTO



EVANGELIO
Dos ciegos seguían a Jesús, gritando: «Ten compasión de nosotros, hijo de David». Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo: «¿Creéis que puedo hacerlo?». Contestaron: «Sí, Señor». Entonces les tocó los ojos, diciendo: «Que os suceda conforme a vuestra fe».Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente: «¡Cuidado con que lo sepa alguien!». Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca.

Mateo 9, 27-31

COMENTARIO

Ayer, el papa Francisco, en su comentario de la misa en Santa Marta que podéis leer aquí, hizo una memorable interpretación de la parábola de la casa edificada sobre roca y sobre arena. Hablaba de tres resistencias al cambio en la vida, y textualmente denunciaba el "gatopardismo espiritual", que en palabras suyas es "la disponibilidad a hacer cambios de fachada para conservar, oportunistamente intacto, el privilegio de quien dice que todo cambiará para que después no cambie nada". 

Y esta estrategia se vale a su juicio de tres mecanismos: En primer lugar "las palabras vacías....Decir sí, todo sí, muy diplomáticamente; pero es ‘no, no, no".

En segundo lugar "las palabras justificativas....se trata de resistencia de las palabras que tratan de justificar mi posición para no seguir aquello que el Señor me indica”. 

En tercer lugar "las palabras acusatorias...cuando se acusan a los demás para no verse a sí mismos necesitas de conversión"

Memorable... insisto. Y traigo a la luz ese comentario, porque daos cuenta la transparencia del evangelio de hoy; evangelio que podríamos resumir en tres frases: "ten compasión de nosotros, hijo de David...Que os suceda conforme a vuestra fe".

En ambos casos, en los ciegos que piden y en Jesús que escucha, hay decisión, voluntad, fe, ánimo, pasión. No hay cosa más paralizante en la vida que la indecisión. 

Ahora bien, la indecisión se revista últimamente de estrategias muy sofisticas que, a mi juicio, identifica muy bien Francisco cuando habla del gatopardismo, que consiste  en variar la forma sin tocar el fondo. 

Y así nos va, presentamos la fe en modo flashmob dancingmannequinchallenge, pero sin variar un ápice la doctrina de siempre, en ocasiones caduca.

Y esto es triste, porque entonces aparece en nuestra evangelización la ceguera propia de las "palabras vacías, las palabras justificativas, y las palabras acusatorias".

Necesitamos de personas que, como los ciegos busquen lucidez, y como Jesús, respondan: "Que os suceda conforme a vuestra fe".

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