lunes, 5 de septiembre de 2016

LUNES DE LA XXIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO. EL EVANGELIO DEL 5 DE SEPTIEMBRE


EVANGELIO
Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.
Había allí un hombre que tenla parálisis en el brazo derecho.
Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico:
-«Levántate y ponte ahí en medio.»
Él se levantó y se quedó en pie.
Jesús les dijo:
-«Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?»
Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre:
-«Extiende el brazo.»
Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido.
Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.


Lucas   6, 6-11


COMENTARIO

Alguna vez hemos comentado ya textos parecidos a este en el que aparece la posición de Jesús en relación con la legislación sobre el "sábado" en el mundo religioso judío. Para comprender la sensibilidad de Jesús en este sentido podéis consultar  la importancia de la Ley del Sábado en el judaísmo aquí.

De “sentido común” podríamos calificar la actitud el evangelio de hoy por parte de Jesús. “¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?”. A pesar de eso “los pro-hombres de religión” en tiempos de Jesús “estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo”. 

Jesús es un hombre de extraordinario equilibrio y sentido común. En palabras no mejorables de L. Boff  “tener equilibrio es un atributo de los grandes hombres. Decimos que alguien lo posee cuando para cada situación tiene la palabra adecuada, el comportamiento acertado y da de inmediato con el punto exacto de las cosas. El sentido común está ligado a la sabiduría concreta de la vida; es saber distinguir lo esencial de lo secundario, la capacidad de ver y colocar todas las cosas en su debido lugar. Jesús, como los testimonios evangélicos nos lo presentan, se manifiesta como un genio de equilibrio y sentido común. Una serenidad incomparable rodea todo lo que hace o dice”

Más allá de lo dicho y trayendo el texto a nuestro contexto cultural, creo que el problema formal que aparece en el evangelio de hoy es una constante tentación de la que las regiones han de ser conscientes. El problema de fondo es que a lo largo de la historia, y también ahora, en el nombre de Dios se han decretado como imposibles, heréticos, desviados conforme a la doctrina e incluso como contrarios a la experiencia de la fe actitudes que nada tienen que ver con el “deseo de los dioses” (por ponerlo de alguna manera)

La parte más institucional de las religiones, generalmente para defenderse de la sociedad y no perder cuota de poder e influencia en ella, declaran divinas algunas maneras de pensar y de vivir que, de suyo, si se aplicara el sentido común, no son más que “consensos sociales” a los que se llegaron en un momento determinado pero que hoy carecen de significación.

La lista de cosas que podría poner es larga pero….es tarde y no dispongo de mucho tiempo más escribirlo…dejémoslo así. Incluso podríamos hacer esta noche, en nuestra meditación nocturna, que no dudo que tenéis, una lista de todas esas cosas que todavía son práctica habitual en nuestra iglesia pero que actualmente carecen de significación, y si apuntamos “fino”, incluso caminan en dirección contraria a la manera que tenemos hoy de percibir el mensaje plenificador de Jesús. ¡Qué aproveche la meditación!

PD. Una buen deseo diario podría consistir en pedir al buen dios el “sentido común suficiente”, para no estar “continuamente al acecho y encontrar de qué acusar” –como los fariseos de entonces- a nuestra cultura contemporánea. Buen descanso.








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