jueves, 18 de febrero de 2016

JUEVES DE LA I SEMANA DE CUARESMA. EL EVANGELIO DEL 18 DE FEBRERO

EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden! En resumen: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas.»

Mateo   7, 7-12
COMENTARIO


La primera conclusión que salta a la vista cuando leemos el evangelio de hoy es que Jesús resumía muy mal (dicho sea con perdón). Que tiene que ver el “pedid y se os dará”, “buscad y encontraréis” o el “llamad y se os abrirá” con el “tratad a los demás como queréis que ellos os traten”. Una de dos: o Jesús no será un buen maestro o el evangelista ese día se despistó un poco y le “faltó un dato”.

Yo opto por lo segundo: al evangelista le faltó un dato; bueno más que faltarle, lo daba por supuesto. Me explico. “Pedid y se os dará”, para un judío, no significa –como tantas veces hemos dicho- cansinear a Dios. “Pedid y se os dará es una forma de decir que Dios es fiel. Y eso es un “dogma” para los judíos. Un judío no puede pensar que Dios no sea fiel, es decir, un judío piensa que Dios esté “siempre” de su parte dando “lo máximo” por el. Por tanto, se trata más bien de que el ser humano no pare de “buscar” y de “llamar” para descubrir lo que ya tiene delante cada día porque Dios es fiel.


Si aplicamos este “dato sutil” entendemos el resumen que hace Jesús al final del texto de hoy. Efectivamente, el ser humano, a imagen de Dios tiene que ser, él mimo, fiel.  Y la fidelidad engendra fidelidad, por tanto, “trata a los demás como quieres que los demás te traten a ti”. Dios es fiel, se tu fiel, y la fidelidad será un atributo del “pueblo elegido” –vendría a pensar el “imaginario moral” judío.

No es que yo esté en contra de la oración de petición. Cada uno debe pedir lo que quiera o conforme sienta. Pero no podemos confundir las experiencias personales con la revelación evangélica.

El evangelio del lunes (recordad, el juicio a las naciones de Mateo 25) y el de hoy, me parecen dos de las piezas más maduras de la propuesta vital del evangelio. Frente al “si dios quiere”, que vendría a representar la imagen de un dios tacañamente providente, Jesús nos propone el “si tu quieres”, o mejor dicho “si yo quiero”. Es decir, la clave para vivir una experiencia religiosa en la historia no se encuentra en el designio arbitrario de un dios incomprensible e inefable, sino en la firme convicción y en el permanente deseo de optar libremente por hacer verdad la propuesta vital del evangelio de Jesús a lo largo de nuestra vida.

Sin pretender ser irreverente, es como si Jesús nos dijera: no pierdas el tiempo pensando “si dios quiere”, pregúntate mejor “si a ti te da la gana”.

El comentario de otros años:


Y un video interesante del maestro Savater, porque esto del tratar a los demás como queremos que ellos nos traten es mucho más universal de lo que pensamos:









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