“Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Se encontró delante un hombre enfermo de hidropesía y, dirigiéndose a los maestros de la Ley y fariseos, preguntó: ¿Es lícito curar los sábados, o no? Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo: Si a uno de vosotros se le cae al pozo el hijo o el buey, ¿no lo saca en seguida, aunque sea sábado? Y se quedaron sin respuesta”.
Lucas 14, 1-6
COMENTARIO
Lo sé, cualquier día voy a unir el
evangelio del día con el del “día siguiente”, pero no acabo de
organizarme del
todo. Me parece tan “genial” la estructura (o la ocurrencia) literaria de Lucas
que no quiero que se me olvide. Por eso, aunque tarde, lo escribo.
Una curación más, (creo que no se trata
de un milagro en este caso); la “hidropesía” vendría ser una especie de “edema”
por retención de líquidos. Medicina natural para eso hay desde siglos y siglos.
Lo “provocador” del texto reside en que la curación la hace en sábado, que como
ya sabéis era el día que por Ley no se podía curar.
Podríamos concluir diciendo que se trata
de un ejemplo más de cómo se sitúa Jesús ante la Ley judía. Pero hay un matiz
en el texto que lo hace “especialmente revelador”. Dice Lucas que los fariseos
lo estaban “espiando”. Sé de buena tinta que espiar viene del latín (speculorum)
que es algo así como “mirar desde arriba”, mirar sin comprometerte, mirar...
para tomar nota no siendo parte del espectáculo sino más bien “observándolo
desde fuera” ….como por otra pare hacen los espías.
Este matiz me resulta “revelador”; porque
efectivamente, “mirar desde arriba”, para tomar nota, para “informar”… al fin y
al cabo des-comprometido de la situación… esa mirada en ocasiones, resulta
inhumana. Por muy divina que sea la Ley, Jesús no puede aplicarla “inhumanamente”.
La Ley judía sirve cuando se aplica desde cerca, cuando tu corazón se
compromete con el corazón herido del que está junto a ti. Mirar
des-comprometidamente, hace de la Ley un “fardo pesado”; la Ley libera cuando se
aplica con Espíritu (eso diría San Pablo), es decir cuando se aplica
com-prometidamente ( es decir con la “promesa” de salvación de salud, de
sentido común)
Y cuando miras así, salvas, curas… amas.
Bueno, pues como siempre… toca elegir. ¿Te
divierte ser espía?
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