jueves, 15 de octubre de 2015

MIÉRCOLES DE LA SEMANA XXVIII. EL EVANGELIO DEL 14 DE OCTUBRE



EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo el Señor: «¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!»
Un maestro de la Ley intervino y le dijo: «Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros.»
Jesús replicó: «¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo!»



Lucas  11, 42-46
COMENTARIO


A nadie en su sano juicio, digo yo, se le pasaría por la cabeza sentarse en los primeros sitios de un templo, en los sitios de honor, para "ser vistos, brillar y que se les reverencie"; del mismo modo, a nadie tampoco se le ocurriría abrir una bolsa de garbanzos y llevar la décima parte de su contenido a la iglesia más cercana para que el "encargado de lo sagrado" lo consumiera. Está claro que de "esos" comportamientos fariseos ya nos hemos liberado por inútiles. 

Por tanto, o "traemos el texto a nuestros días" ( es decir, lo hacemos tradición de verdad), o la palabra se nos vuelve estéril, inservible y vacía. 

Al hilo del texto de hoy creo que hay tres expresiones religiosas netamente neo-fariseas,  que conectan mucho más con nuestra manera de vivir y que, como todo lo "neo" es mucho más dañino que lo original y originante.

Jesús denuncia que el "diezmo de la hierbabuena y las legumbres" había dejado de ser efectivo como expresión del "derecho y el amor de Dios". Es decir, una costumbre, el diezmo, en su origen "con sentido"... ya no lo tenía por haberse "protocolizado". Primer peligro fariseo de hoy en nuestra religión cristiano: seguir haciendo cosas que ya no tienen sentido pero que "da cosa" no hacerlas porque aunque no hacen bien a nadie, tampoco "hacen daño"

Jesús denuncia todo esto de los "asuntos de honor y de las reverencias por la calle"; es decir el "glamour" religioso que como contagio rancio del "glamour" del "Hola" y el "Lecturas" se  nos pega en la Iglesia. O lo que es lo mismo, este "brillo" de vanidades en el que en ocasiones envolvemos las manifestaciones religiosas. Esto, además de "neo-fariseo", es un "disparate".

Y en tercer lugar; Jesús critica a los maestros de la Ley porque "abruman" a la gente con "cargas insoportables". ¡A mí se me pone el vello de punta cada vez que leo esa frase! Personalmente una de las cosas que más miedo me da es el hecho de poder ser considerado una "persona cargante". Si ya eso repele, ¡cuánto más cuando lo haces en nombre de dios! 

Toca "des-farisear" la religión. Quizás no haya un "Jesús" físico que la cuestiona, pero sí un "sentido común" muy entrenado ya en "ningunearla".


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