Un exitoso hombre de
negocios nunca había jugado con sus hijos, pues decía que no podía perder el
tiempo en cosas que no fueran productivas y rentables, por ello se dedicaba a
tiempo completo a hacer dinero y para compensar sus ausencias, les regalaba todo
lo que le pedían.
Un día que llegó a su
casa, su esposa le dijo que tendría que ausentarse unos tres días para cuidar a
su madre que había caído enferma y que por lo tanto debía hacerse responsable
de cuidar a sus pequeños hijos en ese tiempo.
- Y ahora yo que voy
a hacer con esos monstros, ellos solo piensan en jugar y yo no tengo tiempo
para eso, que desgracia, justo ahora que estoy por concretar un importante
asunto de negocios que me dará muchas ganancias, no voy a desperdiciar mi
tiempo en juegos – dijo el empresario muy enojado, pues pensaba que esos tres
días iban a ser terribles, porque los guambras solo querían jugar, pues siempre
le pedían que jugara con ellos, lo que le ponía de mal humor.
Pensando que hacer
para que los niños se mantengan ocupados esos tres días y puedan dejarlo
tranquilo para hacer sus negocios, mientras ojeaba una revista de turismo,
encontró un mapa del mundo en el que se hallaban graficados todos los países
con sus banderas, capitales, ciudades, montañas, ríos, océanos, llanuras,
selvas, con sus características geográficas, culturales, políticas, turísticas,
pintadas en diferentes colores, era un mapa del mundo muy complejo; entonces se
le ocurrió inventar un juego, y pensó que podía utilizar el mapa, para hacer un
rompecabezas y se puso a recortar el mapa en pequeñísimos pedazos a fin de
hacer un rompecabezas lo más complicado posible, a fin de que los niños se
pasen todo el tiempo que iba a tardar su esposa intentando reconstruir ese
complicado mundo, y él podría aprovechar su tiempo en cosas más productivas.
Aliviado pensó – con
este rompecabezas los niños no me han de molestar pues, reconstruir este mundo
va a estar difícil.
Una vez terminado de
recortar el rompecabezas, llamó a sus pequeños hijos y les dijo:
- A ver muchachos, si
sois capaces de reconstruir el mundo que esta en este rompecabezas, les daré de
premio cualquier cosa que me pidáis.
El empresario muy
contento por la brillante idea que se le había ocurrido, se encerró en su
oficina para continuar haciendo sus negocios, puesto que sabia que el tiempo es
oro y ya en la elaboración del rompecabezas había perdido un tiempo muy valioso
y por lo tanto mucho dinero.
Después de haber
trascurrido apenas un cuarto de hora, los niños fueron contentos donde su papá
a decirle que ya habían terminado y le indicaron el rompecabezas con el mundo
perfectamente reconstruido.
- ¿Pero como es
posible que hayáis podido reconstruir el mundo tan rápidamente? – les preguntó
el padre que no podía creer lo que esta viendo.
- Fue facilito papá – respondió el hijo más pequeño
– Cierto es que al principio, parecía imposible que podamos reconstruir el
mundo, pero luego, nos dimos cuenta que por detrás del mapa del mundo había
dibujada la figura de un ser humano, entonces reconstruimos primero el ser
humano, y solito se reconstruyó el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu opinión.