CORAZÓN DE AGUILA
versión segunda
Un granjero se encontró en medio
del campo un huevo de águila y lo llevo al corral de gallinas de su granja para
que sea incubado. Cuando el águila nació empezó a vivir como gallina, a creer
que el gallinero era todo el universo de su vida y, por lo tanto su destino no
era sino el de ser una gallina más, por ello vivía como gallina, comía como
gallina, piaba y cacareaba como gallina, aleteaba como gallina, por lo que la
fuerza poderosa de sus alas diseñadas para la libertad de las alturas, se
atrofiaron y; así el águila continuo su vida creyendo que era una simple
gallina.
Pero un día pasaba por ahí un
viejo sabio que se sorprendió al ver que el águila se encontraba entre las
gallinas.
- Como es posible que estés entre
gallinas, si tú eres un águila, tú estas diseñada para surcar libre por cielos
amplios y mirar con profundidad desde lo alto las dimensiones de las cosas, tú
no eres una gallina, tú eres un águila y es más, tú tienes corazón de águila,
vamos abre tus alas y vuela.
Alzando al águila sobre su cabeza
la lanzó hacia arriba para que volase, pero el águila no movió sus alas y cayó
pesadamente al suelo.
- Pierde su tiempo noble anciano,
no va a volar – le dijo el granjero - no ve que cree que tiene corazón de
gallina no de águila, por eso vive como gallina, come como gallina, y lo que es
peor, ya se acostumbro al gallinero, no va a volar.
El viejo sabio tomó al águila
entre sus manos y lo llevó hasta la parte más elevada del tejado y le dijo.
- Tu tienes corazón de águila, no
de gallina, tu no has sido creada para arrastrarte por la tierra, sino para ser
un símbolo de libertad y de poder, mira dentro de ti y despierta a tu corazón
de águila que no está muerto, sino solo adormecido pues has pasado demasiado
tiempo metida en el gallinero, vuela, ve al encuentro de la libertad.
El águila abrió sus alas las
movió pesadamente y volvió a caer nuevamente sobre el suelo.
- Ja, ja, ja, No ve, que le dije
señor, pierde su tiempo – insistió burlonamente el granjero – ya no hay
remedio, le ganó el gallinero y su vida no será otra que la de una simple
gallina, nunca volará se lo aseguro, yo conozco bien de gallinas y se como las
hace el gallinero.
- No me daré por vencido dijo el
sabio, quien tiene corazón de águila, debe emprender el vuelo a las alturas,
mañana vendré por el águila al amanecer.
Efectivamente al amanecer del
otro día el sabio fue a buscar al águila y se dirigió con ella a lo más alto de
una montaña.
- Mira – le dijo una vez que
llegaron a la cima – desde aquí puedes ver mejor el horizonte surcarlo libre es
tu destino, solo si miras profundamente dentro de ti, y si descubres y
despiertas el poder de águila que guardas en lo más profundo de tu corazón,
podrás volar en libertad y dejaras de ser gallina, tú tienes corazón de águila,
y siempre serás un águila, estas diseñada para la libertad, para surcar amplios
horizontes y mirar con profundidad desde la lejanía, no puedes acostumbrarte a
vivir en un gallinero como una simple gallina, recupera la fuerza de tu
espíritu de guerrero del cielo y señor de la libertad.
- Mira la luz del sol que está
naciendo, ella te llama – le dijo el sabio mientras le alzaba para que el
águila mire la luz resplandeciente que empezaba a despuntar en el horizonte.
El águila al mirar la luz del sol, sintió que esa luz le despertaba por
dentro e inundaba su corazón de una fuerza que había estado adormecida por
tanto tiempo, ahora empezaba a descubrir que no tenia corazón de gallina sino
de águila, entonces extendió las alas y levanto el vuelo y nunca más regreso al
gallinero, pues había descubierto que su destino era volar en busca de nuevos y
más amplios horizontes de libertad.
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